Algo nuevo, algo usado…
Inspiración, la colección nupcial primavera 2013 de Carolina Herrera, es un homenaje a la mujer, al romance, a la fantasía.
“Something old, something new, something borrow, something blue…, and a sixpence in her shoe”. Comienza la temporada de bodas y esa coplilla victoriana suena sin cesar en la cabeza de todas las novias. Algo nuevo, algo usado, algo prestado, algo azul…, y elegir un vestido de ensueño para ese día tan especial.
Decidir el estilo, la forma, la tela, los tonos y los detalles que realcen la belleza y se adapten a la personalidad y figura de cada mujer no es tarea fácil. Por ello, la musa de la nueva colección nupcial primavera 2013 diseñada por Carolina Herrera es la mujer real, cada una de las mujeres que día a día visten su belleza con distinción y elegancia. Su inspiración es precisamente un homenaje al romance, a la fantasía, a los sueños. “Acababa de ver la exposición de Cecil Beaton en Londres, y estaba tan impresionada que quería diseñar una colección basada en la belleza que Beaton había retratado: los tonos negros, los blancos, la fantasía del conjunto”.
Tradicional, informal, sensual, atrevida, minimalista, romántica o vanguardista, todos los estilos y personalidades tienen cabida en una colección personal y no tanto basada en tendencias. Los tejidos tradicionales –seda, satén, tafetán, organza y tules– contrastan con opciones sorprendentes en tonos bicolor, originales combinaciones y telas de algodón, jacquard o chifón. Los adornos, lujosos a la vez que sutiles, van desde sombreros, tocados, bolsillos drapeados o lazos en el talle hasta bordados en mikado de seda, sobrefaldas y capas superpuestas. Detalles que la novia elige para crear un vestido personal, diseñado a su imagen y semejanza.
Los tonos de los diseños se mueven entre el blanco, blanco roto, marfil, champán o gris pálido, atreviéndose incluso con detalles en azul o negro. Predominan los escotes palabra de honor, aunque podemos elegir cortes de un solo hombro, con tirantes o en forma de corazón; diferentes opciones también en las faldas: princesa, campana, drapeadas, rectas, corte columna, a media pierna y hasta modelos pantalón… Además, el interior de cada vestido lleva las iniciales de la novia bordadas en azul, a juego con la cinta de grogrén cosida a la cintura. Ya tenemos “algo azul” oculto en esos pequeños “detalles escondidos” que tanto gustan a Carolina Herrera.