Ailanto S.XVIII.

Un auténtico viaje al S.XVIII donde la exquisitez y la precisión en los diseños casi rozan la perfección.

La moda educa. Y lo hace constantemente. Porque las pasarelas no tienen el único fin de reflejar la continuidad de lo bello, sino de la historia. Chinoiserie es el estilo artístico europeo que triunfó en el siglo XVIII gracias a, por fin, la asimilación del rococó. Lo sencillo dejaba paso a una influencia proveniente de la asimetría, el lacado y la bundante decoración de la China. Un técnica que Iñaki y Aitor dominan bien…

Exquisitez y precisión. Si alguna de estas dos palabras tuviese que definir la colección no sabría cuál elegir. Ambas se convierten en los ingredientes principales de este auténtico acierto que ha visto la luz gracias al ingenio de los hermanos Muñoz. La historia de oriente se refleja en las piezas de la colección de invierno de Ailanto, lista para ser contada por una mujer sofisticada a la par que discreta.

El estampado protagoniza una película de los años 20, con patrones fluidos que caen y, de repente, abandona la década para ceñirse en torno a la cintura, marcando la silueta femenina. La seda está presente en vestidos que, en ocasiones, caen hasta el suelo y otras se balancea tímidamente al finalizar las rodillas bajo la estética geisha modernista, con ciertos toques de cuero. En cuanto a colores, la sobriedad cobra identidad a través de los grises y los topos.

Un auténtico viaje al siglo XVIII donde la exquisitez y la precisión en los diseños casi rozan la perfección.

Ailanto



Vestir

Un escaparate lleno de prendas que nos gustan a rabiar. También, avance de los diseños que vendrán, sólo vistos, de momento, en pasarelas, catálogos y showrooms.

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