Vera, verísima.

Querer para siempre es cosa de cuento con final feliz, de película americana o de ese encontrarse fortuito en la vida. Y de esos trances sabe mucho Vera, de eso y de que para ocasiones así lo que uno lleva puesto es casi tan importante como el propio momento.

Los sí quieros están bañados de pomposidad, de instantes níveos, de compañía y de lugares, como los de su campaña para este año. Espacios vegetales, asilvestrados, y atemporales, que para la firma neoyorquina suponen el escenario perfecto para lucir sus diseños.

Puestas de largo que sin olvidar el blanco, también invitan al verde, al rojo e incluso al negro. Y que a través de telas drapeadas, con abalorios, o lisas y de tul, son capaces de provocar absoluta admiración.

Porque Vera sabe lo que se hace, que son 23 años dedicados a un sector, en el que ella y su visión de la moda han supuesto una evolución, de la que esta vez participan con esa elegancia asiática, Shu Pei y David Chiang.

Un universo en el que también podremos encontrar complementos, vajillas, mantelerías y todo lo necesario para completar con elegancia, el que se antoja como uno de los mejores días de una vida. Y así los síes están servidos en bandeja, la que Vera, más verísima que nunca nos regala de forma tan natural.