Su nombre es Cool, Victor Cool.

“Barbita de cuatro días” convertida en una espesa maraña de aspecto descuidado, larga melena aparentemente despeinada, capuchas colgantes sobre chaquetas sastre, abrigos amplios, bufandas como lanzadas al cuello, estampados barrocos, gafas vintage y una imagen indolente de artista-intelectual despreocupado en constante rebelión contra las imposiciones sociales… Su nombre es Cool, Victor Cool.

Parece que ese “viejo nuevo estilo”, tan arraigado entre los músicos, escritores, pintores e intelectuales de la bohemia de finales del XIX y que ya venía apuntando maneras hace varias temporadas, este año ha logrado tomar las riendas de gran parte de las colecciones masculinas. Y es que debemos reconocer que, bien llevado, el llamado estilo boho chic tiene, además de muchísimo encanto, ese punto de “morbillo” extravagante casi, casi irresistible.

No hay más que contemplar la campaña otoño-invierno 2013/14 de Victor Cool para caer rendida ante el nuevo caballero bohemio reencarnado en un turbador Fabian Nordstrom cuya imagen chic, despreocupada e informal transmite a la perfección el espíritu de la firma italiana: brillante, victorioso, seductor y cool. Muy cool.

Camisetas de aspecto desgastado combinadas con vaqueros, chaquetas sastre ceñidas que dibujan sutilmente la figura masculina con forros interiores a base de elegantes estampados barrocos, pantalones de corte estrecho, casi pitillo, pero sin exagerar, camisas de cuadros, amplios cárdigans de punto grueso y complementos llamativos dan forma a una colección marcada por el color (azules, burdeos y calderos se suman a los ya tradicionales grises y tostados),  sorprendentes mezclas de tejidos y prendas sobrepuestas.