El barroco siciliano.
Dolce&Gabbana apuesta este otoño-invierno 2012 por un hombre clásico y elegante al tiempo que moderno, sofisticado y seductor.
Evocando el sur de Italia, la dulce atmósfera mediterránea, el suave clima de sus costas y el delicioso aroma de sus tradiciones familiares, los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana nos llevan de nuevo al corazón de Sicilia con una colección plena de tintes barrocos.
La familia se viste de otoño y ellos, como auténticos príncipes sicilianos, sacan a pasear todo su poder de seducción ataviados con elegantísimos trajes sastre –que esta temporada priman sobre los looks informales–, chaquetas, chaquetones, abrigos en diferentes largos y las clásicas Tisteras. Son precisamente estas típicas capas sicilianas las estrellas indiscutibles de una colección en la que predominan los tonos sobrios y neutros adornados con bordados y brocados en oro, resaltando la elegancia y sofisticación de los diseños.
Para el día a día jerseys de manga corta combinados con pantalones pesqueros y chaquetones contrastan con el cuidadísimo diseño de los trajes confeccionados en terciopelo y tejidos cálidos. Las clásicas rayas, espigas y estampados “Príncipe de Gales” son los protagonistas junto con grandes solapas, pajaritas y corbatines. Los zapatos de punta redonda -algunos de ellos bordados con filigranas doradas- aportan luz y sofisticación a los modelos más sobrios, combinándose con polainas vintage sólo para los looks más atrevidos.
Una colección irresistible que, inspirada en el pasado y en los tradicionales sastres italianos, rompe moldes sin perder un ápice de su elegancia.