El arte creativo en el vestir.
Si eres de las que piensa que vestir en un arte... no puedes perderte a Proenza Schouler.
Jack McCollough y Lázaro Hernández se conocieron en la escuela de diseño, compartieron estudios y sueños para que finalmente el arte y creatividad que bullían en sus cabezas bailaran a ritmo perfecto en la tesis que prepararon juntos.
Aquel trabajo fue algo más que el broche de oro a su trayectoria académica, fue su primera colección, bautizada con los apellidos de soltera de sus madres y comprada íntegramente por la casi centenaria cadena de tiendas Barneys New York.
Tras el vestir -que comenzara a latir en aquella tesis del 2002- vino el lucir, ocurrió en 2008 en forma de una colección de bolsos a la que seguiría la de calzado hasta llegar a septiembre de 2012, momento en el que abren su primera boutique, un espacio a dos plantas lleno de arte.
Y es que si algo caracteriza a esta firma es su inspiración en el arte contemporanéo y los tejidos cuidadosamente elegidos y tratados hasta el punto de convertirse en propios de Proenza Schouler. Sus propuestas para el próximo otoño no escapan a estas características esenciales y es que cuando vamos más allá de su campaña para presentarla -envuelta en evocaciones y sueños, con esa tonalidad única que da lo antiguo- descubrimos que el mismo ensueño y la misma magia se plasman en elegantes blancos y negros, además de en funcionales beige, acariciando tu cuerpo.
Si eres de las que piensa que vestir en un arte… no puedes perderte a Proenza Schouler.
Más información Proenza Schoule