Antes sofisticada que sencilla, así es la mujer Zimmermann en otoño.

Encajes propios de la lencería más elegante, volantes de lo más flamenco, mangas fruncidas, cuellos altos y enlazados, favorecedores cortes asimétricos, estampados florales, dibujos geométricos, puños del S.XVIII, trajes sastre bordados de los hombros de la chaqueta a los bajos del pantalón, cálidas prendas de punto, telas brillantes, escotes de escándalo y, sí, también mangas abullonadas de las que hubieran hecho palideder a la mismísima Lady Di el día de su boda; todo ésto y mucho más es lo que encontrarás en la temporada otoño e invierno de Zimmermann, todo un alarde de diseño, sofisticación y elegancia en el que para lo único que no hay lugar (o casi) es para la discreción y la sencillez.

La paleta de color es el único punto en el que Zimmermann se mantiene fiel a la temporada que viste, mandan los tonos suaves y también el negro, los tostados y los rosas cuando tiran a burdeos y a tierra.

Si eres de las que se pierde por un volante o una falda larga por aquí y corta por allá, si no renuncias al punto y la lana cuando toca abrigarse y si la clásica lazada al cuello es tu cierre de blusa favorito cuando llega el invierno, no lo dudes, lo que te mueres por vestir la próxima temporada lo tiene Zimmermann en su colección de otoño e invierno.