Historias de encaje.

Cuentan por ahí que su naturaleza no podía ser otra que francesa. Al norte, en el punto más estrecho, donde el canal de la Mancha mide solamente 34 kilómetros, se encuentra una ciudad que ha dado origen a uno de los elementos que forman parte de la historia de la lencería.

Dicen que cuando el encaje de Calais roza la piel la sensación de ligereza y delicadeza es inevitable. Un lujo al que ahora nos transporta Lise Charmel con su colección de ropa íntima.

Elegancia, finura, high couture y texturas de lujo se entremezclan en Dentelle Joaillerie, una línea donde las transparencias y los materiales de primera calidad son los encargados de aportar la sensualidad a las curvas femeninas junto a una comodidad indiscutible en la lencería.

El negro como telón de fondo de miles de formas inspiradas en la alta joyería que convierten a un simple sostén una de las piezas estrella de una propuesta digna de coleccionista sobre grandes historias de encaje.