Heidi Klum, belleza íntima y eterna.

Hay mujeres (también hombres) que nos convencen cada día de que la belleza, como la energía, no se crea ni se destruye, se transforma; de este modo bien podríamos decir que allí donde hubo belleza, como donde hubo amor, quedan cenizas, queda un rastro que nos lleva de vuelta a aquella belleza que admirábamos que ahora luce transformada, vestida de otro modo, cabe que incluso con otra esencia.

Sucede que a veces no es un rastro lo que encontramos, no es necesario buscar tanto para encontrar la belleza que recordamos, basta con abrir los ojos… Y es que hay mujeres (y hombres) que parecen haber firmado un pacto con el diablo para que su belleza natural no se vea más que matizada por el paso del tiempo, a veces incluso engrandecida por él.

Kate Moss es una de esas mujeres cuya belleza parece eterna y Heidi Klum, a sus 44 años, va camino de ser otra y, para muestra, las campañas de la firma de lencería que ha fundado y que continua protagonizando ella misma de cuerpo entero.

Si semanas atrás posaba en una campaña de primavera de lo más floral y romática, ahora lo hace en una más cálida e incluso más íntima, una en la que nos muestra sus propuestas lenceras para la próxima temporada de primavera y verano 2018 dejándonos impactados por la bella e imponente presencia de sus 44 años.

‘¿Quién dijo que tuviéramos fecha de caducidad?‘ algo así dijo la Klum en una entrevista ante el revuelo que ocasiona, en un mundo en el que la juventud es un valor más efímero que la belleza y también, incluso, más valorado que ella; resulta reconfortante ver a Heidi Klum en la plenitud de su belleza pero también en su actitud, una actitud desafiante que derrumba verdades comúnmente aceptadas cuando éstas se demuestran falsas o, cuando menos, intrascendentes.