Caramelos para todos.

La firma gallega apuesta fuerte por su línea de sastrería: trajes con clase que resisten el trote diario.

La firma gallega ya hacía ropa de hombre. De hecho, viste a los futbolistas de la plantilla del Deportivo. Pero, de ahora en adelante, concederá un mayor espacio y relevancia a su línea de sastrería.

Con 30 años de experiencia a la espalda, sabe exactamente qué busca un hombre en sus trajes, es más, sabe exactamente qué hombre busca sus trajes. Se trata de un público entre los 30 y los 50 años, de un extracto social medio alto, similar al de su nivel económico. Son profesionales que buscan un look elegante y sobrio, con clase, sofisticado y moderno. Y cuando eligen una prenda, saben aportarle su toque personal, para transformarla en una pieza exclusiva.

Estos gustos se adaptan como un guante (o como un traje…) a los que confecciona Caramelo. Las hechuras resultan cómodas y los tejidos, de moda pero de calidad, resistentes, para soportar un ritmo de vida, a veces, frenético. Pero lo mejor son los detalles: los botones, los puños, los hilos o los cuellos que se pueden elegir y mezclar a placer hasta dar con una combinación personal y única.



Vestir

Un escaparate lleno de prendas que nos gustan a rabiar. También, avance de los diseños que vendrán, sólo vistos, de momento, en pasarelas, catálogos y showrooms.

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