Una docena de viajes en el tiempo.

Es hora de que el cine desafíe a los calendarios, a los relojes. Puede que hasta a las arrugas y la vejez.

Viajar al pasado para volver a vivir ese primer beso que siempre recordaremos, o para ver en vivo el descubrimiento de América, el primer vuelo de los hermanos Wright, descubrir la biblioteca de Alejandría, conocer a Leonardo, a Cervantes, a Velázquez. O una miradita al futuro que nos viene, a que será de esta sociedad, a como será la vida en unas décadas, cuando nosotros no podamos verlo. Dentro de 100 años todos calvos, dicen. Tengo curiosidad por ver si conservo mi pelo para entonces.

Recién desembarcadas en la cartelera X-Men: días del futuro pasado y Al filo del mañana, en cuyos respectivos argumentos se utiliza de una manera u otra el concepto de viaje temporal, es buen momento para recordar otras creaciones cinematográficas basadas en viajar en el tiempo. Es hora de que el cine desafíe a los calendarios, a los relojes. Puede que hasta a las arrugas y la vejez.

Es la magia de viajar en el tiempo en la pantalla. Mandar un robot al pasado para evitar que en el futuro manden los robots, conducir un DeLorean trucado a través del tiempo para cambiarlo, con el condensador de fluzo a toda potencia. Ver como el Londres victoriano se transforma a tu alrededor mientras tú vas sentado en una máquina del tiempo que es una mezcla entre la ruleta de la fortuna y el trineo de Santa Claus. O usar esa misma maquina del tiempo para buscar a Jack el Destripador en el San Francisco del futuro. Podemos incluso intentar conquistar una y otra vez a la chica de nuestros sueños, hasta que consigamos que caiga renrida a nuestros pies. Hasta cambiar el resultado de batallas imposibles. El tiempo nos pertenece, es nuestro. Pero cuidado, porque si cambiamos algo del pasado, puede que el presente no sea exactamente igual…

1 / 12

Regreso al futuro (Robert Zemeckis, 1985)

Que levante la mano quien no haya querido alguna vez conducir un DeLorean modificado como el de Doc y acompañar a Marty McFly en sus tres aventuras a través del tiempo. Una aventura que no envejece nunca, por mucho que pase ese mismo tiempo, y mantiene su encanto.

2 / 12

Midnight in Paris (Woody Allen, 2011)

Medianoche en Paris con Woody Allen. Está claro que todo puede ocurrir, hasta viajar en el tiempo y encontrarte con personajes como Picasso, Hemingway, Dalí, Fitzgerald, Gertrude Stein…

3 / 12

El tiempo en sus manos (George Pal, 1960)

Hablando de tiempo y de viajes, ineludible nombrar a H.G. Wells, que los inauguró en 1895 con su novela La Máquina del Tiempo. En 1960, Rod Taylor se monta en ella, con un diseño tan encantador como victoriano, y se va en busca de los Eloi y los Morlocks.

4 / 12

Terminator (James Cameron, 1984)

Se viene del futuro el austriaco de nombre impronunciable y la arma mientras busca a la madre de su principal enemigo, a la vez que el padre del mismo sujeto intenta evitarlo. Parece un culebrón, pero es una película que ha terminado por hacerse de culto.

5 / 12

Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993)

La encargada de introducir el concepto de “Día de la marmota” en nuestras vidas. Algo así como vivir en un lunes permanente, una y otra vez. Menos mal que está Bill Murray y que dirige Harold Ramis.

6 / 12

Una cuestión de tiempo (Richard Curtis, 2013)

Una deliciosa comedia romántica en la que los viajes en el tiempo sirven al protagonista para volver a su propia vida en pos del amor perfecto. Y basta con cerrar los ojos al estar a solas. Muy recomendable.

7 / 12

Star Trek (J.J. Abrams, 2009)

¿Cómo enlazar un nuevo comienzo de una de las sagas de Ciencia Ficción más importantes de la historia con todo lo desarrollado anteriormente sin perder nada? Está claro. Con un viaje en el tiempo que lo permita.

8 / 12

El final de la cuenta atrás (Don Taylor, 1980)

Todo un portaaviones de los gordos, gordos, se mete en una tormenta y aparece nada menos que en 1941, justo antes del ataque japonés a Pearl Harbor. ¿Parece una premisa interesante? Pues la película no la desmerece, ni mucho menos.

9 / 12

El experimento Filadelfia (Stewart Raffill, 1993)

Como si fuera la segunda parte de la anterior, o una especie de devolución de la visita, ahora es el turno de dos soldados norteamericanos de 1943, que dan el salto a los años 80 por culpa de un experimento científico mal controlado.

10 / 12

12 monos (Terry Gilliam, 1995)

Más que un viaje en el tiempo, toda una odisea para tratar de salvar al futuro de un virus apocalíptico. Basado en «La Jetée», un mediometraje francés de culto de 1962, no sólo viajaremos a través de la cuarta dimensión: también recorremos la mente humana, la lucidez y la locura que encierra.

11 / 12

Los pasajeros del tiempo (Nicholas Meyer, 1979)

Segunda aparición de H.G. Wells en este listado, como corresponde a su condición de pionero del género. En esta ocasión, debe lanzarse a través del tiempo en persecución del no menos mítico Jack el Destripador.

12 / 12

El ejército de las tinieblas (Sam Raimi, 1992)

Absolutamente alocada, divertida, trepidante. Una obra maestra de las comedias de terror con un ritmo que no deja indiferente y un protagonista de los de guardar los diálogos en un cofre de tesoros.



Ver

La cita cultural del momento en forma de publicación, muestra, subasta, feria, exposición… Un espacio que da cabida a todos los formatos.

Drops of God.

¿Tienes Apple TV? Si sigues leyendo esta noticia querrás tenerlo... y no sólo por Slow Horses y la magnífica interpretación de Gary Oldman. + ver

Newsletter

No te pierdas nada, que saber no ocupa lugar.

Salir de la versión móvil