Sully, 100 metros y El destierro.
Dos películas de las de "basadas en hechos reales" y una minimalista historia acerca de confrontaciones personales. ¿Hace un cine?
Las películas con la etiqueta «basada en hechos reales2 suelen ser carne de televisión, concretamente de televisión a la hora de la siesta. Sin embargo, hay ocasiones en las que el producto resultante de llevar a la gran pantalla historias que más o menos ocurrieron el la vida real tiene su aquel, como es el caso de Sully, que nos relata lo ocurrido en aquel espectacular aterrizaje de un Airbus 320 en el Rio Hudson, en el que el piloto logró salvar al pasaje y a la tripulación. Claro que si contamos que el director es un tal Clint Eastwood y el protagonista se llama Tom Hanks, lo de que se eleve por encima de la media no es tan raro. Ambas cosas (lo de estar basada en hechos reales y ser una buena película) le pasan también a 100 metros, la nueva película de Dani Rovira, que cambia su registro normalmente cómico a otro de bastante mayor carga dramática al ponerse en la piel de un enfermo de esclerosis múltiple que no se resigna ante el diagnóstico médico. La tercera de las películas de la semana, El destierro, no está basada en hechos reales, pero como si lo estuviera, tratándose de una minimalista historia de tan sólo tres personajes «en medio de ninguna parte» enzarzados en una lucha por algo tan básico como el sexo, la amistad o la supervivencia.
Sully, de Clint Eastwood.
Va siendo el tiempo de que ver unidos en un proyecto a gente como Clint Eastwood y Tom Hanks es algo tanto para celebrar como para disfrutar. Y es que el amigo Eastwood ronda los 90 y su compañero Hanks los 60, y eso es algo contra lo que es complicado luchar. Así que disfrutemos de Sully, una película sobre héroes, eso de lo que Eastwood y Hanks saben tanto, a tenor de sus películas. Héroes en este caso tan extraordinariamente normales ocmo el piloto norteamericano Chesley Burnett «Sully» Sullenberger, el piloto que logró un extraordinario, por complicadísimo, aterrizaje de un A320 en el helado río Hudson en el 2009, asombrando al mundo, pero sobre todo, logrando salvar todas las vidas humanas a bordo. Cine para disfrutar de la gente que sabe lo que hace.
100 Metros, de Marcel Barrena.
Está Dani Rovira y está Karra Elejalde, pero aquí se acaban las coincidencias con la exitosa 8 apellidos vascos, porque 100 metros es todo un drama, o un dramón, pero dicho sin ánimo de ofender, si no más bien todo lo contrario, una historia de superación bien contada, la del protagonista interpretado por Rovira, un padre de familia que de buenas a primeras ve su vida volcada por completo al ser diagnosticado de esclerosis múltiple, pero que no se resigna y decide participar en una durísima prueba deportiva. Estupendos Rovira y Elejalde, acompañados por Alexandra Jiménez en el papel de la mujer del deportista. A llorar y a reir, que es lo que toca.
El destierro, de Arturo Ruíz Serrano
Se trata de la Guerra Civil Española, pero en este caso el dato es anecdótico, porque podría ser cualquier guerra, al igual que los dos soldados protagonistas, Teo y Silverio, podrían ser dos soldados cualesquiera desterrados en un puesto en medio de ninguna parte, que es donde las guerras se ponen serias, y donde los hombres se ponen verdaderos y se enfrentan en las pequeñas o grandes trifulcas entre personalidades diferentes. Añadamos la aparición de una mujer, y tenemos una historia que no es real como la vida misma, pero como si lo seriese. A descubrir, que no está mal, de vez en cuando.