Señor Manglehorn.

A.J. Manglehorn (Al Pacino) es un cerrajero viudo, de carácter difícil y escéptico, y también un exconvicto al que duele recordar cómo perdió hace cuatro décadas a la mujer de sus sueños a cambio de dar un golpe. Ahora simplemente deja pasar el tiempo que le queda entre su trabajo, su gato, sus cartas de amor no respondidas y una relación que dista de ser perfecta con su hijo. Es entonces cuando el pasado vuelve para poner su destartalada vida aún mas patas arriba.

De la misma manera que en La sombra del actor (2014, Barry Levinson), en Señor Manglehorn, la película parece empezar y terminar con la presencia de Al Pacino. Dicho esto, y teniendo en cuenta que mi pretensión en esta columna es dar motivos para que alguien vaya al cine y entre en un título determinado, bastaría resumirlo todo en que debe ir a verla quien guste de las actuaciones del susodicho, y abstenerse de hacerlo quien (imagino que habrá más de uno) no comulgue con el estilo del actor.  Pero la verdad es que, al igual que estas letras suelen esconder la más de las veces algo más que una recomendación, en Señor Manglehorn se esconden -o más bien se añaden a Pacino- algunas pinceladas que merece la pena destacar. Por ejemplo, el «universo» creado por David Gordon Green para que el actor se desenvuelva, lleno de tristeza y de pérdida del tiempo, del tiempo de ese cerrajero gruñon que ha perdido tantas cosas. También la presencia del personaje encarnado por Holly Hunter, de cuyos encuentros con el protagonista surgen los mejores momentos de la película.

En resumen, una película para amantes de Pacino, pero con algo más…

Título original: Manglehorn
Año: 2014
Duración: 97 min.
País: Estados Unidos
Director: David Gordon Green
Guión: Paul Logan
Música: Explosions in the Sky, David Wingo
Fotografía: Tim Orr
Reparto: Al Pacino, Holly Hunter, Chris Messina, Harmony Korine, Natalie Wilemon, June Griffin Garcia, Sierra Scott, Kristin Miller White, Rebecca Franchione, Lara Shah