6 películas de alpinismo que te subirán a las alturas.
Media docena de películas de alpinismo que te obligaran a coger la manta para no pasar frío a esas alturas
Con el estreno de Everest, de Baltasar Kormákur, un título más se suma a la lista de películas que tratan de reflejar el arriesgado mundo de la escalada, el de esos locos a los que solemos llamar alpinistas, aunque en justicia ese término sólo lo deberíamos aplicar a los montañistas (este es el correcto) que tratan de alcanzar las cumbres de los Alpes.
Y aunque se trata de un tema que ya llegaba a la gran pantalla incluso en el cine mudo, aún no hemos visto la gran película que se merecen los apasionados de la escalada, de la conquista de uno de los límites de nuestra tierra, sus cumbres. Quizás porque es muy difícil explicar a quien no lo lleve en la sangre y en el alma qué extraño poder les impulsa a llevar sus cuerpos y capacidades al límite para abordar terrenos donde el hombre, simplemente, no puede vivir.
Aún así, las películas sobre escaladores nos atraen por la espectacular y primaria fuerza de sus paisajes, por la lucha más básica, la de la supervivencia, por presentarnos a personajes con el destino marcado en sus corazones. Gente de otro material, de otro lugar, de las montañas. Desde los tiempos en los que eran los Alpes el Dorado de los escaladores hasta su desplazamiento a las míticas cumbres asiáticas del Himalaya, al Everest, al K-2, al Annapurna, montañas del cielo más que de la tierra, verdaderos retos límite para cualquier hombre. Y el cine también nos muestra el lado oscuro del montañismo, la masificación y comercialización del riesgo, el peligro que supone intentar convertir en un turismo absurdo lo que es un viaje a uno de los lugares más peligrosos del planeta, si no el que más.
Mucho más tranquilo es viajar desde la comodidad de nuestras casas a esta media docena de películas de alpinismo con nuestra mirada y nuestra imaginación, aunque no esté de más tener una mantita al lado, por si nos da frío tanta altura y tanta nieve.
Prisioneros de la montaña
(Alemania, 1929, de Georg Wilhelm Pabst).
Si en Estados Unidos el western se convirtió en el género cinematográfico por excelencia, ese sitio era ocupado en el pujante cine alemán por las películas de Alpinismo, cuya máximo exponente es esta narración acerca de un rescate en la mítica cordillera europea.
Pura Vida - The Ridge
(España, 2012, de Pablo Iraburu y Migueltxo Molina).
El documental ha sido, quizás, el formato que más ha sabido transmitir las sensaciones generadas por la escalada, sus riesgos y sus protagonistas. Y entre sus títulos, destaca esta producción española sobre el intento de rescate en el Annapurna del montañero Iñaki Ochoa. Imprescindible.
La montaña siniestra
(Estados Unidos, 1956, de Edward Dmytryk).
Un improbable Spencer Tracy (por tener ya 57 años y porque sufría de vértigo) alpinista y su hermano pequeño (Robert Wagner) emprenden una escalada en los Alpes para intentar rescatar un avión accidentado y, de paso, enseñarnos aquello del choque generacional…
127 horas
(Reino Unido, 2010, de Danny Boyle).
Una de esas películas “basadas en hechos reales” que parecen superar la media y consigue meternos en la piel de Aron Ralston (James Franco), un escalador atrapado que debe tomar una decisión de las que duelen (literalmente).
Tocando el vacío
(Reino Unido, 2003, de Kevin McDonald).
Otro documental tan bello como estremecedor, en esta caso británico, que narra el angustioso descenso de una cumbre andina de dos montañeros en 1985, uno de ellos, con una pierna rota, en 1985.
Norwand (Cara Norte)
(Alemania, 2008, de Philipp Stölzl).
Una mirada a los tiempos del nacimiento del alpinismo como deporte, que coincidió históricamente con el auge y la llegada al poder del Partido Nazi en Alemania, que hace protagonistas políticos a dos alpinistas alemanes que tan sólo intentan llegar a la cima del monte Eiger, un hito de la época. Interesante
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