Relatos Salvajes.
Humor negro para la película más taquillera de la historia Argentina
La nueva sensación del cine argentino se llama Relatos Salvajes. Si en España lo fue una película de humor «regional», como es 8 apellidos vascos, en Argentina ha triunfado esta recopilación de 6 relatos de humor, pero negro en este caso, o incluso salvaje, como indica el título. Triunfadora, aunque sin premio, en Cannes, y premio del público en el último Festival de San Sebastián, y sobre todo, rompedora de casi todos los records de taquilla en Argentina, además de ser la encargada de representar al país sudamericano en los Oscar, con bastantes posibilidades de estar incluida entre las cinco finalistas.
Relatos Salvajes es la creación de Damián Szifrón, que ha adaptado 6 relatos cortos que tienen como nexo de unión «la difusa frontera que separa a la civilización de la barbarie, del vértigo de perder los estribos y del innegable placer de perder el control», en palabras del mismo director. Algo que según está el percal, puede ser una de las explicaciones del éxito de estos relatos de la cotidaniedad como principio de la violencia. Los seis relatos son: Pasternak (con Darío Grandinetti, María Marull y Mónica Villa), un relato de venganza situado en un avión en vuelo; Las ratas (con Julieta Zylberberg, Rita Cortese, César Bordón y Juan Santiago Linari), un salvaje encuentro de viejos conocidos en un restaurante; El más fuerte (con Leonardo Sbaraglia y Walter Donado) con una carretera y dos conductores como punto de partida; Bombita (con Ricardo Darín y Nancy Dupláa), con la retirada de un coche por la grúa como inicio; La propuesta (con Oscar Martínez, María Onetto, Osmar Núñez, Germán de Silva, Diego Velázquez y Alan Daicz), una sátira sobre la codicia y la falta de moral; y por último, Hasta que la muerte nos separe (con Érica Rivas y Diego Gentile) o el relato de una boda inverosímil.
Humor negro de violencia más sugerida que mostrada para satisfacer el morbo que proporciona pensar en las soluciones violentas ante los problemas cotidianos que anidan en el vecino, el amigo o en nosotros mismos.