Los estrenos de la semana: Warcraft. El origen, Fatima y Acantilado
Un thriller español, la adaptación de un videojuego de éxito y una cinta de contenido social. Los cines nos esperan este fin de semana.
El trío de estrenos recomendados de esta semana lo encabeza una superproducción basada en uno de los videojuegos más populares de la historia, Warcraft. Repleta de efectos especiales, parece que en esta ocasión justificados, es posible que haga justicia a la pasión que despierta su versión jugable. Bastante alejada de cualquier juego se encuentra Fatima, ganadora del César (los «Oscars» franceses) a la mejor película de 2015, una mirada tan sencilla como cruda a los problemas de integración que existen en la sociedad francesa. Aunque en otro sentido, también trata la integración Acantilado, un thriller español -otro más, que bien sienta- que adapta más o menos libremente un texto de Lucia Etxeberria y que gira alrededor del problema de las sectas en el archipiélago canario.
Warcraft. El Origen, de Duncan Jones
Con toda seguridad, serán los cientos de miles de jugadores del fenómeno Warcraft en todo el mundo los primeros que acudirán en masa a los cines para comprobar con que grado de fidelidad se ha trasladado a la gran pantalla el universo que con tanta asiduidad visitan en sus ordenadores. Para el resto, una fantasía épica medieval que promete aventura y espectáculo. O sea, puro disfrute y palomitas.
Fatima, de Philippe Faucon
Fatima es una musulmana inmigrante de origen árabe, lo que casi significa estar al borde de la exclusión social en la Francia del siglo XXI. A través de su historia y la de sus dos hijas, Souad y Nesrine, Faucon nos propone un relato crudo y a la vez tierno sobre los problemas de la integración, cuando el día a día es tan duro como los muros que deben romperse para sobrevivir.
Acantilado, de Helena Taberna
El espectacular paisaje de las Islas Canarias es el telón de fondo donde se desarrolla la acción de la película de Helena Taberna, un thriller sobrio que aborda el tema de las sectas y de los lazos familiares que se pierden o se enredan hasta no saber donde están los finales y los principios. Un comienzo tan potente como el suicidio colectivo de los integrantes de una secta nos sitúa en un camino que terminará por dejarnos un buen sabor de boca.