Lilting.

Junn (Pei-Pei Cheng) es una mujer china que vive en Londres y que acaba de sufrir la traumática pérdida de su hijo en un accidente. El golpe también es grande para Richard (Ben Whishaw), la pareja del fallecido, que intentará acercarse a la madre del que fue su amor para ayudarla y para ayudarse a sobrellevar su ausencia. Pero no será fácil. La diferencia de edad, de culturas, y el desconocimiento de ambos del idioma del otro parecerán insalvables. Por no hablar de que Junn desconocía completamente la orientación sexual de su hijo. Richard parece encontrar una vía de solución haciendo que entre los dos medie un traductora, que se convertirá en una pieza clave de la relación.

Lilting se mueve en el terreno lento de los recuerdos. Habla más de ausencia que de dolor, más de aquello que dicen los largos momentos posteriores a una tragedia que del choque traumático del instante en que se produce. Y habla también de como comunicarse entre culturas, entre edades, entre gente que parece a priori imposible de conectar. Es posible que, a pesar de la tragedia, los personajes de Junn y Richard tengan más posibilidades de acercamiento a raíz de la muerte de quien debía de ser su vínculo. La vida es así. Y Hong Khaou nos la ofrece con la precisión y ceremonia oriental de quien prepara una taza de té a su invitado. Sin rapidez, sin alardes, ayudado por los excelentes trabajos de Whishaw y Cheng en los papeles principales.

Lilting es una película para la tranquilidad, para ir al cine y dejarse llevar sin prisa, sin escenas arrebatadas al tiempo. Probablemente, ya con estas fechas, es un película otoñal.

Título original: Lilting
Año: 2014
Duración: 91 min.
País: Reino Unido
Director: Hong Khaou
Guión: Hong Khaou
Música: Stuart Earl
Fotografía: Urszula Pontikos
Reparto: Ben Whishaw, Pei-Pei Cheng, Andrew Leung, Peter Bowles, Naomi Christie, Morven Christie