Joe.
La vuelta de Nicolas Cage a las interpretaciones de altura
Nicolas Cage es un tipo curioso. O al menos se puede decir que su carrera lo es. Sobrino de Francis Ford Coppola, tuvo unos inicios que le auguraban un destino dorado en esto de actuar, con sus interpretaciones en películas como Peggy Sue se casó (Francis Ford Coppola,1986), Arizona Baby (Joel y Ethan Coen, 1987), Hechizo de Luna (Norman Jewison, 1987), Corazón Salvaje (David Lynch, 1990),o Leaving las Vegas, con la que logró conseguir un Oscar de la Academia y el principio de una canción de Amaral. Más tarde se pasó al género de acción, donde exhibió su palmito en títulos como La Roca (Michael Bay, 1996), Con-Air (Simon West, 1997), Cara a cara (John Woo, 1997) o la muy taquillera La Búsqueda (Jon Turteltaub, 2004), con algún que otro papel dramático como el de El Ladrón de Orquídeas (Spike Jonze, 2002). Y útimamente andaba perdido en producciones que rozaban, si es que no eran completamente, de Serie B. Parecía que empezaba como Robert De Niro, siguió como Stallone, y tenía toda la pinta de acabar como Steven Seagal.
Y de repente, llega Joe, una producción independiente americana, dirigida por David Gordon Green, una adaptación de la novela homónima de Larry Brown, que en cierto modo le reconcilia con aquellos prometedores inicios, en una actuación que ha recibido numerosas críticas positivas. En ella Cage toma el papel del Joe del título, un expresidiario de los de diccionario, es decir, de los de vida dura, mirada más dura aún, pocas palabras y revenido de vuelta de todo. Joe conoce a Gary, un quinceañero con una familia y un ambiente que es toda una invitación a terminar como él. Y de esa relación surge algo diferente, una especie de plan para que ambos, expresidiario y quinceañero, cambien sus vidas.
Como digo, buena interpretación de Cage, y buena también de su acompañante Tye Sheridan, al que ya pudimos disfrutar en la reciente Mud, otro drama sureño. Habrá que ver si es sólo un alto en el camino, o se trata de un verdadero giro en la carrera de este curioso tipo llamado Nicolas Cage.