Frank.
Una comedia musical de aspecto extraño y color gris melancolía
En un mundo como el nuestro, donde cada vez se superponen más capas de relación, surgidas del auge de las redes sociales, que nos permiten buscar afinidades a partir de nuestros gustos, o de nuestros deseos, o incluso de nuestras penas, en un mundo así, nunca nos paramos a preguntar que buscamos realmente, lo que deseamos de esas cada vez más extendidas relaciones. ¿Buscamos reconocimiento, comprensión, diversión, fama? ¿Enumeramos «amigos» a ver quién la tiene más larga (la lista)? Y por otro lado, ¿que buscan esos conocidos en nosotros?
En Frank, la película de Lenny Abrahamson, Jon (interpretado por Domhnall Gleeson) busca la fama, la popularidad. Es teclista, y en su camino hacía lo que él cree que es su destino, topa con un grupo de excéntricos y alocados músicos liderados por un hombre que mantiene su cabeza permanentemente encerrada en una cabeza de Cartón Piedra (Michael Fassbender) y su compañera neurótica (Maggie Gyllenhaal), junto con los que pretenderá conseguir sus objetivos, que posiblemente no concuerden con los del resto de acompañantes.
Frank es una comedia musical, de un tono gris melancolía, con un punto de humor muy curioso que nos hace plantearnos nuestra posición en el mundo sin darnos discursos filosóficos eternos ni hacer que los personajes sólo enseñen sus dramas personales. Nos muestra simplemente lo que hacen, sin juzgarles. Puede que enseguida nos pongamos en la piel de quien se cree «normal», y por tanto, alejados en principio de los planteamientos de los componentes de esta extraña banda, pero pronto entenderemos que la normalidad es algo demasiado anormal para que nadie pueda pertenecer a ella. Quizás lo normal, nos dice la película, es que ninguno seamos normales.
Una extraña y musical propuesta a la que acceder con la mente, el corazón y los oídos bien abiertos, todo sea que descubramos tras verla que somos nosotros los extraños y no los demás. Y por cierto, puede que a Fassbender no se le vea el rostro, pero su interpretación es magistral. Una razón más para acercarse a este Frank.