Fin de semana de cine: Assassin’s Creed, ¡Canta! y Las inocentes.
Una de acción y aventura, la inevitable de animación para los más pequeños y una con nieve pero nada navideña. ¿Hace un cine?
Se supone que las fechas navideñas que nos llegan lo hacen acompañadas por estrenos navideños atractivos para satisfacer la previsible mayor afluencia a los cines al coincidir con las navidades de pequeños y de algunos grandes. Si lo que queremos es acción y aventura sin demasiados problemas, podemos decantarnos por una nueva adaptación de un videojuego, Assassin’s Creed, protagonizada por Michael Fassbender y Marion Cotillard, y emular las correrías de un asesino perteneciente a una poderosa organización secreta. Si necesitamos llevar a la chavalería a un estreno adecuado para ellos y soportable para nosotros, la elección es la nueva de los creadores de los Minions, ¡Canta! Perfecta para pasar una tarde de cine en familia. Por último, si queremos aprovechar nuestras vacaciones para ver cine comprometido y con significado especial, la francesa Las inocentes nos plantea una historia que hará que nuestras conciencias y cerebros funcionen para solucionar los interrogantes éticos, religiosos y sociales que nos plantea. ¿Hace un cine?
Assassin's Creed, de Justin Kurzel
Fassbender se nos va a la España del siglo XV sin que medie el Ministerio del Tiempo para descubrir que su antepasado era un asesino de los de aquí te espero y toma pan y moja todo junto. Todo para terminar por averiguar que en el presente tiene las habilidades de aquel para luchar con los Templarios, que siempre brillan lo suyo en cualquier historia. No es exactamente la historia original del videojuego, pero se deja ver bastante bien. Y están Fassbender y Cotillard, toda una garantía.
¡Canta! de Garth Jennings
Animales que hablan, cantan y trabajan en un mundo hecho a su medida. Nada que o hayamos visto cienes y cienes de veces. Pero si está bien hecho y con gracia como es el caso de ¡Canta!, seguimos saliendo del cine con la impresión de haber pasado un buen rato.
Las inocentes, de Anne Fontaine
Una joven médico francesa llega a un monasterio polaco tras la Segunda Guerra Mundial para ayudar a la repatriación de prisioneros franceses. Lo que encuentra es una congregación de religiosas traumatizada porque la mayoría de ellas están embarazadas de soldados rusos a causa de violaciones. Cine de interrogantes éticos donde no hay lugar para verdades absolutas.