De padres a hijas. Drama familiar de los de toda la vida.
Todas las navidades necesitan un melodrama. De padres a hijas es el de este año.
La vida profesional de Jake Davis (Russell Crowe) no puede ser mejor: es un novelista ganador del prestigioso Premio Pulitzer. Sin embargo, su vida personal dista mucho de ser tan perfecta. Debe educar a su hija Katie (Kylie Jones / Amanda Seyfried) después de que su mujer (Diane Kruger) haya muerto en un accidente de coche, lo que lógicamente marcará sus vidas y sus relaciones para siempre. Superarlo será una lucha que no admitirá treguas.
De padres a hijas es un dramón del quince, que diría mi madre. Uno de esos de pillar manta y mando para cuando salga en DVD. De los de tarde lluviosa y tomarnos un café antes de entrar. De los cartel en la Gran Vía en una foto en blanco y negro, no me pregunten el porqué de esa analogía. Un padre y una hija faltos de esa madre que suele compensar la balanza de las relaciones, que cojean por ello durante la vida y los encuentros de ambos. Una historia de las de Rock Hudson dirigidas por Douglas Sirk, de los de antes, de los toda la vida. De los que sabes que lo vas a pasar mal viéndolo pasar mal a los de la pantalla.
Para los saturados de Galaxias en guerra, tipos con capa y poderes y la navidad de colas y tiendas, De padres a hijas se convierte en la excusa perfecta para visitar el cine, sufrir a gusto durante dos horas, y llegar llorado y dispuesto a todo al comienzo del 2016.
Título original: Padri e figlie (Fathers and Daughters)
Año: 2015
Duración: 116 min.
País: Estados Unidos
Director: Gabriele Muccino
Guión: Brad Desch
Música: Paolo Buonvino, James Horner
Fotografía: Shane Hurlbut
Reparto: Russell Crowe, Amanda Seyfried, Aaron Paul, Diane Kruger, Quvenzhané Wallis, Octavia Spencer, Janet McTeer, Chris Douglass, Haley Bennett, Ryan Eggold, Bruce Greenwood