Anacleto: Agente Secreto.

Cuando Vázquez (Carlos Areces), un peligroso criminal, logra escaparse de la cárcel, Anacleto (Imanol Arias) debe revelar su identidad como agente secreto a su hijo Adolfo (Quim Gutiérrez), que le creía un productor de embutidos. La razón de la confesión es que Adolfo está en el punto de mira de Vázquez, y debe protegerlo, a pesar de lo mal que se llevan y de todo lo que les separa. Así, padre agente secreto e hijo guardia de seguridad sin demasiada ambición unen sus fuerzas para defenderse de la amenaza de Vázquez y, de paso, darle un poco de gracia al anodino treintañero en el que se ha convertido el hijo del mejor agente secreto que el mundo ha conocido.

Ante los cómics, los tebeos. Ante Los Vengadores, Spiderman, Batman y compañía, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape y… Anacleto, agente secreto. Al igual que el «combate» se libraba en mis bolsillos y apetencias hace unas cuantas décadas ante el quiosco, lo hace ahora en las pantallas. Y al igual que entonces, a cada cual lo suyo. La acción, la aventura, los efectos especiales y la grandilocuencia heroica es para los superheroes de más allá del charco, y la chanza, lo cutre usado como contrapunto humorístico y la parodia para los esforzados personajes españoles. Y funciona. Anacleto: Agente Secreto, al igual que hicieron sus compañeros Mortadelo y Filemón, hace disfrutar y sonreír, de la misma manera que lo conseguía en el papel. Se nos hace amigable este James Bond de andar por casa y sus improbables compañeros, porque no todo van a ser superpoderes y supervillanos.

Año: 2015
Duración: 87 min.
País: España
Director: Javier Ruiz Caldera
Guión: Fernando Navarro, Pablo Alén, Breixo Corral (Cómic: Manuel Vázquez Gallego)
Música: Javier Rodero
Fotografía: Arnau Valls Colomer
Reparto: Quim Gutiérrez, Imanol Arias, Berto Romero, Alexandra Jiménez, Carlos Areces, Rossy de Palma