Vídeos

cerrar

A la vejez, películas: abuelos de cine.

Los abuelos de cine más entrañables, o más duros, o más simpáticos, o mas....

Con el reciente estreno de Grandma, Lily Tomlin se une a esa larga lista de actores con interpretaciones casi crepusculares, pasados ya bastantes años de su etapa de más éxito o actividad. Quién le iba a decir a la Lily Tomlin de Cómo eliminar a su jefe (1980, de Colin Higgins) o Ensalada de Gemelas (1988, de Jim Abrahams), que su mejor papel, y una más que probable nominación al Oscar le iban a llegar pasados los 70 por hacer de abuela. Claro que suele pasar. No hay más que recordar a Bruce Dern como protagonista de Nebraska o, echando aún más la vista atrás a la mítica Gloria Swanson en El Crepúsculo de los Dioses.

Y es que cuando menos te lo esperas, salta la sorpresa. Que se lo digan a Henry Fonda, eterno candidato al Oscar mientras era una de las mayores estrellas de Hollywood y que tuvo que ganar el primero y el único a los 77 años por su personaje de En el Estanque Dorado, cuando incluso ya le habían entregado el consabido premio a toda una carrera el año anterior. La pena es que lo disfruto poco, porque murió apenas unos meses después de recibirlo.

Y es que la vejez, la tercera edad, los abuelos y demás temas de alrededor siempre han estado presentes en el cine, como lo están en nuestra vida. Del abuelo de La Gran Familia (y también de El Cochecito, claro) a esta abuela con pasado hippy de Grandma, pasando por infinidad de personajes, normalmente entrañables, que desde la mirada de su edad suelen dejarnos el consejo de la experiencia, que desde luego, no se les puede negar. Y es que a la vejez, películas, por supuesto. Y que vivan los abuelos de cine.

1 / 21

Gloria Swanson en “El Crepúsculo de los Dioses” (Billy Wilder, 1950)

Parece mentira, pero la actriz retirada y anciana de la obra maestra de Wilder tenía la misma edad que luce ahora Monica Bellucci mientras anda haciéndole mimos al mismísimo Bond. Por lo menos, ahora “el crepúsculo”, seamos o no dioses, nos pilla un poco más lejos…

2 / 21

Spencer Tracy en “Adivina quién viene esta noche” (Stanley Kramer, 1967)

Propiamente dicho, Tracy no hacía de abuelo, si no de padre, pero tan sólo era semántica, porque parecía lo segundo. Por lo demás, su última película y el último de sus legendarios dúos con la Hepburn. Gloriosa, claro.

3 / 21

Don Ameche en “Cocoon” (Ron Howard, 1985)

Después de haber sido una estrella de  cierto éxito en los años 30, Don Ameche se refugió en la televisión para volver a lo grande en los 80 y conseguir su único Oscar por, curiosamente, hacer de anciano que recobra su vitalidad juvenil.

4 / 21

Carl Fredricksen en “Up” (Pete Docter, Bob Peterson, 2009)

Hablando de ancianos y acabando de nombrar a Spencer Tracy, no podía faltar el protagonista de esta maravilla de historia que se convirtió en un clásico de los de toda la vida nada más estrenarse.

5 / 21

Jessica Tandy en “Paseando a Miss Daisy” (Bruce Beresford, 1989)

Toda una vida dedicada a la interpretación, y Jessica Tandy obtuvo el éxito y la fama con 78 años e interpretando a una anciana testaruda que se niega a que la ayuden a conducir. Un par de años después,  también se pondría a freír unos Tomates Verdes….

6 / 21

José Isbert en “La Gran Familia” (Fernando Palacios, Rafael J. Salvia 1962)

Con toda seguridad, Pepe Isbert ha sido el abuelo por excelencia de nuestro cine. Tiene un pedacito de todos nosotros, incluso habiendo perdido a Chencho en el Mercadillo Navideño de la Plaza Mayor. Nadie es perfecto, hombre.

7 / 21

Judi Dench en “Skyfall” (Sam Mendes, 2012)

8 décadas contemplan ya a la mejor M que hayan tenido James Bond y sus colegas 00. Animal de teatro, a Dench le ha llegado el reconocimiento internacional pasados los 60. Una actriz como la copa de un pino.

8 / 21

Takashi Shimura en “Vivir (Ikiru)” (Akira Kurosawa, 1952)

Indispensable obra maestra del director japonés sobre la vida, la vejez, la muerte y el significado del individuo en la sociedad. A recuperar las veces que hagan falta. Película número 13 de Kurosawa, la suerte es poder verla de nuevo.

9 / 21

Jean Adair y Josephine Hull en “Arsénico por compasión” (Frank Capra, 1944)

Abby y Martha, las hermanas Brewster, tan sólo quieren ayudar a esa pobre gente a que no sufran más. Por eso les dan arsénico, claro. Por compasión. Obra maestra de la comedia norteamericana que no envejece ni un poquito. Ni lo hará.

10 / 21

Peter Falk en “La Princesa Prometida” (Rob Reiner, 1987)

Un abuelo que te cuenta un cuento como La Princesa Prometida no puede ser malo. De hecho, tiene muchas posibilidades de ser el mejor. Peter Falk hace olvidar en tan sólo unos minutos todos los episodios de Colombo. Por favor, abuelo, sigue un poco más…

11 / 21

Bette Davis en “Un Gángster para un milagro” (Frank Capra, 1961)

Bien podíamos haber situado a la Davis de Baby Jane, pero por esta vez, dejaremos de ahondar en la vertiente psicópata de la actriz y elegiremos a la entrañable Annie Manzanas que tan buena suerte trae al inefable Glenn Ford.

12 / 21

Clint Eastwood y compañía en “Space Cowboys” (Clint Eastwood, 2000)

La compañía son Tommy Lee Jones, Donald Sutherland y James Garner. Y la película, una estimable cinta de aventuras espaciales. Si les dejan a estos, ya habría dosados en Marte. Veteranía en estado puro.

13 / 21

Estelle Getty, Rue McClanahan, Bea Arthur y Betty White en “Las Chicas de Oro” (Susan Harris, 1985-1992)

O lo que es lo mismo, Dorothy, Rose, Blanche y Sophia en una de las mejores series de los 80. Si llegan a caer en esta época de por sí dorada de las series, lo petan. Frescura digna de adolescentes para protagonistas veteranas.

14 / 21

Katharine Hepburn y Henry Fonda “En el estanque dorado” (Mark Rydell, 1981)

Todos los aspirantes a actor deberían ver esta película para comprender lo que significa interpretar. Y también todos los que aspiramos a ancianos (cuando toque). Es decir, que hay que verla. Y más de una vez.

15 / 21

Clint Eastwood en “Gran Torino” (Clint Eastwood, 2008)

Otra pequeña gran película de Eastwood que tiene mucho de ajuste de cuentas con la leyenda del propio actor y sus personajes. Hay que hacer el experimento de verla en sesión doble con “Harry El Sucio”.

16 / 21

Judi Dench (y compañía) en “El exótico Hotel Marigold” (John Madden, 2011)

Una especie de puesta al día de aquellos episodios de “Vacaciones en el mar” donde aparecian como estrellas invitadas viejas estrellas de Hollywood, pero en la India, y bien rodada. Con encanto (y Bill Nighy)

17 / 21

Fernando Fernán Gómez en “El Abuelo”, (José Luis Garci, 1998)

Una portentosa interpretación de Fernán Gómez aprovecha toda la fuerza de la historia de Galdós para ofrecernos una película que es obligatorio recuperar cada cierto tiempo para entender muchas cosas de este país.

18 / 21

Ruth Gordon en “Harold y Maude” (Hal Ashby, 1971)

Película de culto donde la protagonista suelta frases como “La vida hay que vivirla, o no tendrás nada que contar cuando hables con los amigos.”. O porque todos somos Harold hasta que conocemos a Maude.

19 / 21

Ian McKellen en “El Señor de los Anillos” y “El Hobbit” (Peter Jackson, 2001-2014)

Como decía la famosa camiseta que se le colocó vía Photoshop: “Soy Gandalf y Magneto… supéralo”… Y eso que cuando lo hicieron, todavía le quedaba por interpretar a Sherlock Holmes.

20 / 21

Bruce Dern en “Nebraska” (Alexander Payne, 2013)

Una road movie atípica en busca de un sueño que no existe a cargo de un antihéroe de los de verdad. Obra maestra. Y me gusta más con cada vez que termino de verla.

21 / 21

Jane Wyman en “Falcon Crest” (1981-1990)

228 episodios en nueve temporadas. La reina de los culebrones de lujo que un día inundaron nuestras pantallas era sin duda Angela Channing. Irrepetible su permanente (¿o era un casco?).



Ver

La cita cultural del momento en forma de publicación, muestra, subasta, feria, exposición… Un espacio que da cabida a todos los formatos.

Drops of God.

¿Tienes Apple TV? Si sigues leyendo esta noticia querrás tenerlo... y no sólo por Slow Horses y la magnífica interpretación de Gary Oldman. + ver

Newsletter

No te pierdas nada, que saber no ocupa lugar.

Salir de la versión móvil