9 películas para descubrir los mundos mágicos de Guillermo del Toro.
Un recorrido por la imaginativa filmografía del director mejicano Guillermo del Toro
A Guillermo del Toro lo abandonas en el más tétrico y oscuro de los bosques… y le haces inmensamente feliz. A este mejicano de Guadalajara nacido en 1964 de apariencia friki y bonachona le apasionan los mundos llenos de monstruos, hadas, orcos, personajes oscuros que a cualquiera de nosotros no harían huir. A él no sólo le atraen enormemente, si no que su carrera cinematográfica, ya sea como director, guionista o productor, está repleta de ellos, llena de mundos que crea para que esos monstruos campen a sus anchas y nosotros disfrutemos pasándolo mal, que es una de las mejores maneras de disfrutar del cine.
Todo un artista multidisciplinar tanto en sus proyectos como en los campos donde se inspira, el director mejicano igual adapta un cómic sobre un demonio de cuernos recortados que va con los buenos, que escribe una novela sobre una nueva raza de vampiros que luego adapta para Televisión. Lo mismo sitúa a sus personajes en la la oscuridad histórica de la Guerra Civil Española como en El Laberinto del Fauno o El espinazo del diablo, que los coloca en un futuro ultra tecnológico cercano donde deben luchar con los primos hermanos de Godzilla. Igual produce una de animación con un oso panda experto en artes marciales que ejerce de guionista sobre los relatos de Tolkien para El Hobbit. O prepara todo un universo (oscuro, por supuesto) con la editorial DC para retar a los superhéroes Marvel en las taquillas.
Viajemos pues a través de los mundos y personajes de Guillermo del Toro, desde sus inicios cinematográficos con Cronos en los años 90 hasta su última aportación a cualquier galería de universos fantásticos y/o tenebrosos que se precie, La Cumbre Escarlata, pasando por las andanzas de tipos como Blade, Hellboy o los estremecedores insectos mutados de Mimic..
Cronos (1993)
El primer largometraje de Guillermo del Toro ya mostraba a las claras las intenciones del director: extrañas criaturas parecidas a insectos, maquinarias tenebrosas, la búsqueda de la eterna juventud a cualquier precio…
Mimic (1997)
El éxito de Cronos permitió al director mejicano lanzarse a la aventura americana con este entretenido relato donde se repite el protagonismo de los insectos, en esta ocasión con una desagradable tendencia a mimetizarse con nosotros.
El espinazo del diablo (2001)
Una historia de fantasmas en un orfanato en el marco de la Guerra Civil Española marca el comienzo de la colaboración de del Toro con el cine español. Desasosegante.
Blade II (2002)
Primera adaptación de un cómic para el de Guadalajara, que aborda, en esta ocasión, la segunda entrega del exitoso cazador de vampiros protagonizado por Wesley Snipes. El mejicano se marca una nueva raza de habitantes de la noche, por si no fuera poco con los tradicionales.
Hellboy (2004)
Si existía un cómic que parecía hecho para que Guillermo del Toro lo llevase a la pantalla, ese era Hellboy. Magia, demonios, poderes de ultratumba, el bien y el mal… Entretenimiento del puro con segunda parte, Hellboy 2: el ejército dorado, del 2008, también dirigida por él.
El laberinto del fauno (2006)
Seguramente, su obra más lograda, esta producción español asombra por su dirección de arte, creando una atmósfera impagable, mágica y onírica, aterradora a veces, que nos transporta al mundo del laberinto y su fauno.
Pacific Rim (2013)
Tras cinco años dedicado a sus otros y múltiples menesteres, Guillermo del Toro nos mezcla a Mazinger y Godzilla. Y el resultado no desmerece para ninguno de los fans de ambos gigantes.
The Strain (2014)
Guillermo del Toro hace de Jacobo y se come para televisión lo que había guisado en forma de novelas junto con Chuck Hogan, la serie de novelas Trilogía de la Oscuridad, con la mezcla apropiada entre vampiros de nueva hornada, pandemias que acaban de la humanidad, y una suerte de mitología con todo su estilo.
La cumbre escarlata (2015)
Amores imposibles y fantasmas más que posibles en una mansión encantada con todos los ingredientes del terror gótico. Lo último de Guillermo del Toro nos propone un cuento que ya le hubiera gustado a Poe.