Shoes. Samsel And The Skirt. Vídeo, letra e información.

Cary y Kelsey Samsel estuvieron funcionando como dúo hasta principios de 2011, cuando decidieron ampliar la formación con la entrada de Nathan Powell y sus ritmos de funk en la batería, Spencer Buckle y sus líneas de rhythm and blues en el bajo y Alex Sneath y su espíritu de rock and roll en la guitarra. Cada uno hizo su personal y enriquecedora aportación al sonido de indie folk pop, country alternativo y americana que realizaba la pareja.

Cary Samsel creció escuchando, en el porche trasero de su casa en Portland (Oregon), como ensayaban algunos cantantes de rhythm and blues de primera categoría que iban a grabar al estudio que tenía allí su padre, el músico Jesse Samsel. No es extraño por tanto, que desde muy joven la vida de Cary estuviese unida a una guitarra y a la música. Tras una temporada tocando, grabando y componiendo para otros músicos, conoció a la cantante de 18 años Kelsey Easterbrooks y decidieron trazar juntos su propio camino musical. Durante varios años recorrieron todos los escenarios de su ciudad, desde clubs a pequeños cafés, hasta que fueron incluidos en el cartel del The Cascade Blues Festival, momento en el que decidieron buscar una banda estable que les acompañase y que aportase una mayor solidez instrumental y sonora al proyecto.

Las canciones de Samsel And The Skirt se sustentan sobre los juegos vocales de Cary y Kelsey, extremadamente delicados y perfectos, unas canciones vibrantes y vitalistas y unas letras sinceras y emotivas. Historias de amor y desamor, de corazones rotos, de pérdidas y desconexiones. La voz de Kelsey es tan cálida que en ocasiones quema. Desgarradora y completa de emoción.

Tras publicar en 2012 un Ep con 5 canciones, de las cuales cuatro estaba compuestas por Kelsey, y de formalizar la relación entre ambos con su paso por la vicaría, recurrieron al portal Kickstarter para recaudar fondos para la grabación de su primer álbum: “Shoebox”. Diez bonitas canciones, sin trampa ni artificio, muy recomendables para paladares acostumbrados a los delicados matices de músicos como Damien Rice, John Mayer, Taylor Swift o Terry Evans.