Dosis de frescura e inocencia para el indie folk rock con The Accidentals. Vídeo, letra e información.

Katie Larson y Savannah Buist se conocieron en el instituto público al que acudían. Katie, con 15 años, estudiaba primer año de cello y tocaba en la Orquesta Filarmónica y Sav, un año mayor, era concertista de violín. Ambas se presentaron voluntarias para una clase que las puso juntas. Así nació The Accidentals, una prometedora formación de folk rock alternativo de Traverse City, Michigan, que el pasado 1 de junio publicó su nuevo disco, un EP con cinco canciones titulado “Parking Lot”.

Las dos chicas provienen de familias muy musicales, con padres pianistas profesionales y madres cantantes, y de ambientes en los que escuchaban mucha música y de muchos estilos, desde clásica a rock alternativo pasando por jazz, bluegrass o country. Ellas se declaran admiradoras de artistas indies como Andrew Bird, Arcade Fire, Sufjan Stephens, Yeah Yeah Yeahs, Black Keys y… The Beatles. Tan amplio abanico de referencias está presente en la originalidad de sus melodías y en la riqueza de su instrumentación. Además de las preciosas armonías que engarzan, están presentes guitarras, bajo, mandolinas, pianos, órganos, kazoos, acordeones, glockenspiel y, por supuesto, un violín y un cello de espíritu vanguardista que tanto definen a The Accidentals.

Cuando en 2012 autoeditaron su primer disco, “Tangled Red And Blue”, muchos críticos musicales que fijaban su atención en ellas se asombraban, y no sin razón, porque esas trece canciones estaban compuestas, tocadas y cantadas por dos jovencitas que todavía iban al instituto. Pero era verdad. En tan sólo dos años, el tiempo que transcurrió entre su encuentro en 2011 y 2013, el dúo The Accidentals había grabado dos discos, tocado como artistas invitadas en otros varios, compuesto la banda sonora para tres películas, música comercial para anuncios publicitarios, documentales, películas independientes, aparecer en varios recopilatorios y dar más más de quinientos actuaciones en directo. De hecho, en 2013 abrieron conciertos para artistas como Andrew Bird, Sixto “Sugar Man” Rodríguez, Rusted Root, The Wailers o Ladysmith Black Mambazo y realizaron una gira de siete semanas fuera de su estado y que coincidió con el lanzamiento de su segundo LP, “Bittersweet”.

Dos chicas, casi dos niñas, que en vivo tocan doce instrumentos, hacen unas deliciosas armonías, cantan bonitas canciones y además poseen una gran habilidad para comunicar con el público. “Bittersweet” lo grabaron con importantes y galardonados productores de Nashville e Indiana. Una mezcla de folk embriagador, de dulces melodías y un gran cargamento lírico. Todavía degustando el éxito de este segundo álbum, The Accidentals componen la partitura original para la película independiente “One Simple Question”, que debutó en noviembre de 2014 en el Blue Ocean Film Festival. Varias de las canciones de ese film fueron rescatadas para una segunda película también independiente titulada “Please Wait To Be Seated” y uno de los temas, “The Silence”, consiguió bastante repercusión.

Fue entonces cuando el gran músico Marshall Crenshaw y el ingeniero y productor ganador de un Grammy Stewart Lerman las ficharon para grabar con su sello OIT su cuarto álbum. Poco después, ya en 2014, incorporaron a The Accidentals al multinstrumentista Michael Dause para que se ocupase de la batería y la percusión y ya con él en el grupo realizaron una gira de costa a costa que incluía conciertos con Joan Baez, Arlo Guthrie, Keller Williams, Darlingside o Johnny Swim. Tras dos años de trabajo con OIT, el dúo ya reconvertido en trío decidió tomar una ruta más independiente para poder editar música al mismo ritmo que su crecimiento y así, al mismo tiempo que acaban de publicar su nuevo EP, The Accidentals está de nuevo en la carretera realizando una nueva gira.

Aquellos que disfrutan de la música cargada de frescura, sinceridad y emoción, pueden encontrar en The Accidentals una razón para seguir descubriendo nombres. Sus canciones respiran tanta honestidad como ingenuidad, tanta frescura como calidad, tan originalidad como tradición. Katie y Sav, más su compañero Michael, son una buena noticia para el indie folk rock más actual.

We lay down in the grass
In our nest of sleeping bags
Breathing in the shallow canyon air
The water, 45 degrees
We wade out to the knees
And soak to the sleeves in a semi-aquatic prayer
Great state, what state am I in?
Compass roses bloom again
Home of the water, Canada’s daughter
Cradled in a crescent moon grin
Michigan and again and again and again and again
Michigan and again and again and again and again
Soft shoulders of sand dunes
Porcupine cactus flowers bloom
In the dust of the devil’s empty living room
Salt silts the flattened land
Time like a snake in the sand
Powdered porcelain in a stranger’s hand
Great state, what state am I in?
Compass roses bloom again
Home of the water, Canada’s daughter
Cradled in a crescent moon grin
Michigan and again and again and again and again
Michigan and again and again and again and again
Looking down to the high five
Grazing ground to hear the sound of a heavy sigh
Home is where you left your heart behind
Even fortified fossils dissolve over time
When I came home, I went down to the lake
My dad told me he counts up the days
And when I packed my bags, coffee stains of jet lag
There were conifers lining the driveway, whispering
«Stay, stay, stay, stay, stay
Stay, stay, stay, stay, stay»
Great state, what state am I in?
Compass roses bloom again
Home of the water, Canada’s daughter
Cradled in a crescent moon grin
Michigan and again and again and again and again.