El regreso a sus raíces de Beth Orton se impregna del sol californiano. Vídeo, letra e información.

Cuántas veces hemos escuchado a un artista decir que, para su nuevo trabajo, ha regresado a sus raíces. Habitualmente esto sólo significa que se ha buscado una sobada guitarra acústica y se ha puesto a cantar canciones desnudas, sin arreglos ni adornos. Lo cual está muy bien pero no significa, ni mucho menos, que sea un buen material. En el caso de Beth Orton, eso de volver sobre sus pasos ha sido algo distinto y de hecho su último LP es una clara combinación de ese regreso al pasado pero también de un arduo proceso de investigación y de esfuerzo mirando al futuro. Por eso el resultado final merece la pena.

El pasado 27 de mayo, la cantante y compositora inglesa Beth Orton publicó su sexto álbum de estudio, “Kidsticks”, el cual salió al mercado a través de ANTI, uno de los sellos discográficos con más prestigio entre los aficionados al folk, en todas sus modalidades, y cuyo catálogo de artistas y referencias se caracteriza por su elevadísimo nivel de calidad. No es extraño por tanto que Orton y Anti se hayan unido para la edición de este nuevo trabajo. Hace un par de años Beth se mudó a California y comenzó a experimentar con música electrónica, con loops y con ritmos, que iban a ser la base de su siguiente disco, con el que pretendía redefinir su carrera. Para ello  se inspiró en el carácter abierto de una ciudad como Los Ángeles y el espíritu de sus primeras grabaciones, aquellas en las que trasteó con la electrónica de la mano de productores como William Orbit, Andrew Weatheral, Kieran Hebden o Red Snapper.

La cantautora folkie Beth Orton, nacida el 14 de diciembre de 1970 en East Dereham, Norfolk, Inglaterra, debutó en 1993 con “Superpinkymandy”, en el que ya mezclaba la electrónica, que era la base y que erala que por aquel entonces se llevaba (hace ya de esto casi un cuarto de siglo), con su educación musical más folk y su manera de contar historias. Se trataba de un trabajo medio independiente, medio maqueta, medio escondido, así que cuando en el otoño de 1996 sacó “Trailer Park”, todo el mundo consideró que éste era realmente su primer álbum oficial. Ahí ya sí que se combinaban abiertamente el folk, la electrónica y el trip hop y además con mucho acierto. Beth Orton recibió muy buenas críticas y un par de nominaciones a los premios BRIT. Sin embargo sus mejores discos estaban por llegar, “Central Reservation”, en 1999, y “Daybreaker” en 2002. Con ellos entró en las listas, cosecho grandes críticas y además unas ventas bastante interesantes. Luego la magia se apagó o simplemente su propuesta dejó de parecer novedosa, la prensa no le hizo mucho caso y decayó el interés del público. Dos discos más tarde, Beth vuelve a golpear la campana y las miradas, de nuevo, se posan sobre ella y su música.

“Kidsticks” está co producido por la propia Orton  por Andrew Hung (Fuck Buttons) y contiene diez canciones que muestran a una cantante en plena forma, radiante, pura, atrevida y que se la siente divertida, haciendo algo con lo que confortable. Su voz muestra muchos matices, parece más madura pero también con una mayor variedad. Un buen feliz reencuentro.

If I were a wave – you’d have caught me
If you were my light – I would fade
If you were the sea – you’d not turn your back on me
I’d shake your fury – right out off of me

I was crying out for you, before I ever knew
Crying out to you, breathe me in
I was crying out for you, before I ever knew
Crying out to you, breathe me in

If I am wave – come and catch me
If I am all wrong – make me right
When I am a sound – I was twisting out loud
Shake that fury – right on out to see

I was crying out for you, before I ever knew
Crying out to you, breathe me in
I was crying out for you, before I ever knew
Crying out to you, breathe me in

And all in all what the sea forgets
And all in all what the sea forgets
All in all remember not to forget
to shake the fury right out off of me

And all in all let the sea forget
And all in all let the sea forget
All in all remember not to forget
to shake the fury right out off of me
That you and I were always going to be.