El flautista más famoso del rock: Ian Anderson, líder de Jethro Tull. Vídeo, letra e información.
“Puedo hacer que sientas, pero no que pienses” suele decir Ian Anderson.
El 10 de agosto de 1947, en Dunfermline, en el distrito de Fife, Escocia, vino al mundo Ian Scott Anderson, una inocente criaturita que al cabo de unos pocos años se convertiría en el cantante, guitarrista, flautista, compositor y líder de una de las bandas más importantes del rock británico, especialmente en los años setenta: Jethro Tull. Ian Anderson y su banda supieron conjugar el pujante rock progresivo de finales de los sesenta, con los aires del folk tradicional del Reino Unido, aportarle un poco del músculo del hard rock y rebuscar entre las raíces del blues para sumarle un cierto aire de blues rock. Bajo esa fórmula consiguieron encontrar su propio sonido, su personalidad y destacarse en un panorama en el que el rock estaba plagado de grandes estrellas.
Ian Anderson se crio en Edimburgo escuchando los discos de jazz y de grandes orquestas de su padre. Pronto demostró su carácter indómito y rebeldón que le causaron algún grave disgusto en su edad escolar. En 1963 ya estaba más interesado por la música que por otra cosa, así que montó su primera banda, The Blades, junto a algunos amigos del colegio, como el bajista Jeffrey Hammond, el teclista John Evan y el batería Barriemore Barlow. Anderson tocaba la guitarra pero un día, pensó que nunca sería tan bueno como Clapton y entonces la cambió por la flauta, instrumento que en cierto modo revolucionó, convirtiéndolo en sorprendentemente se podía incorporar a una banda de rock. Desde ese momento fueron inseparables y la flauta quedó asociada tanto a él como a su banda. A pesar de todo no abandonó la guitarra, que siguió tocando (sin la pericia de Manolenta) además de la mandolina, el saxo, los teclados y muchos otros instrumentos.
The Blades no obtuvieron ninguna repercusión pero sus componentes, que siguieron en contacto, se mostraron muy activos tocando en bares y clubs, juntos o con otras formaciones. En 1967 todos se mudaron a Luton, a unos 50 kilómetros al norte de Londres, se hicieron con un mánager y ficharon a Mick Abrahams como guitarrista. Para entonces el grupo lo formaban nada menos que siete músicos, lo que no era muy rentable, así que hicieron limpia y se quedaron en cuarteto. Por aquel entonces solían cambiar de nombre constantemente hasta que un empresario les anunció como Jethro Tull, un agrónomo e inventor inglés del siglo XVIII. Ahí empezaba la leyenda.
En 1971 publicaron su cuarta entrega y uno de sus grandes LP´s, “Aqualung”, un disco feroz, descarnado e intenso de rock progresivo y con letras muy filosóficas en las que se planteaban la diferencia entre religión y Dios. En contra de lo que la banda pensaba, la crítica lo calificó como un álbum conceptual, ante lo que Ian Anderson se rebeló y decidió hacer un disco realmente conceptual: “Thick As A Brick”. En marzo de 1972 salió al mercado el que iba a ser uno de los discos más emblemáticos del rock. Con sólo una canción, repartida en las dos caras del vinilo y con una duración total de casi 44 minutos, es una parodia de los álbumes conceptuales tan de moda en esa época. Grabado en tan sólo tres semanas y compuesto por el propio Anderson en colaboración de toda la banda, el LP se presentó además con una portada muy original, ya que simulaba un tabloide inglés, un periódico que encerraba la carpeta en la que realmente se guardaba el disco. Papel prensa, con noticias y tipografía típica de la época que presentaba en primera plana a un joven genio de 8 años llamado Gerald Bostock como autor del épico poema que Jethro Tull había adaptado para la ocasión. Su comienzo, “Really don´t mind if you sit this one out” ha pasado a la historia, como la portada, como la música y como la propia idea de autopariodarse. El rock se arrancaba las vísceras y se reía de sí mismo. Una genialidad (también musicalmente) que ha quedado para la historia.
A través de varias décadas Jethro Tull y Ian Anderson han seguido adelante, con una gran reputación, unas ventas superiores a los 60 millones de discos y con algún pequeño descanso, hasta prácticamente nuestros días. Hoy cumple años Ian Anderson, ¡felicidades! La historia es densa, densa como un ladrillo.
Really don’t mind if you sit this one out.
My words but a whisper your deafness a SHOUT.
I may make you feel but I can’t make you think.
Your sperm’s in the gutter your love’s in the sink.
So you ride yourselves over the fields and
You make all your animal deals and
Your wise men don’t know how it feels
To be thick as a brick.
And the sand-castle virtues are all swept away in
The tidal destruction
The moral melee.
The elastic retreat rings the close of play
As the last wave uncovers
The newfangled way.
But your new shoes are worn at the heels and
Your suntan does rapidly peel and
Your wise men don’t know how it feels
To be thick as a brick.
And the love that I feel, is so far away
I’m a bad dream that I just had today and you
Shake your head and
Say it’s a shame.