El artista norteamericano Sol LeWitt, uno de los máximos exponentes del arte conceptual, era hijo de una familia de inmigrantes judíos de Rusia. Nació en Hartford, Connecticut, de allí pasó a estudiar Bellas Artes en la Universidad de Siracusa. En los cincuenta se marchó a la ciudad de Nueva York para estudiar en la Cartoonists and Illustrators School, la hoy prestigiosa School of Visual Arts de la avenida 23. Después de un viaje por Europa donde recibe la influencia de los grandes maestros de la pintura, comenzó a trabajar como diseñador gráfico en el estudio del arquitecto de origen chino Ieoh Ming Pei, trabajo en prácticas que compaginó con un empleo como vigilante nocturno del Museum of Modern Art.
Realizando sus mismas tareas, en el MoMa se encontraban Lucy R. Lippard, una de las primeras críticas en reconocer la obra desmaterializada en el arte conceptual y una de las primeras historiadora del arte feminista. Y también Robert Ryman, Dan Flavin y Robert Mangold, compañeros que poco después se convertirían en tres de los máximos exponentes de la vanguardia artística del siglo XX. Al igual que ellos, a principios de los sesenta LeWitt comenzó a buscar un nuevo camino en el arte, un arte nuevo, estricto, geométrico, basado en el concepto. Una forma de hacer que en su caso iría progresando entre las dos y las tres dimensiones, desde sus famosas Wall Drawings a litografías, fotografías y centenares de dibujos y estructuras geométricas en diferentes materiales, madera, acero o plexiglás. De diferentes tamaños, desde maquetas a estructuras monumentales.
A finales de la década, Le Witt se había convertido en un imprescindible del arte conceptual, que destaca que la idea primigenia, y no su formal física final, es lo fundamental. La experimentación y el relativismo se eleva sobre lo absoluto. Algunas de sus exposiciones más famosas en aquellos años fueron Structures, 122 Variations of Incomplete Open Cubes o The Location of 6 Geometric Figures. En muchas ocasiones, su lema la idea se convierte en una máquina que hace arte le permitía realizar sólo los bocetos de una pieza, mientras que la obra en sí era desarrollada por un equipo de ayudantes. Como sucede con la música, sus diseños eran presentados por un intérprete que podía hacerlo mejor o peor, pero la idea original no perdía su auténtico carácter. De acuerdo a cómo lo hacían, resultaba una obra distinta. Con esta forma de trabajar, era el propio LeWitt el que se presentaba el primero en sus exposiciones a ver como habían quedado sus obras, cuestión duramente reprobada por los críticos.
“Dado que ninguna forma es intrínsecamente superior a otra, el artista puede usar cualquier forma, desde una combinación de palabras hasta la realidad física.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver