Actor y cantante, Robert Mitchum es uno de esos clásicos del cine que se quedó a las puertas del Premio Oscar (fue nominado en una ocasión), en compensación recibió el Premio Donostia en San Sebastián en 1993.
Fue un niño problemático, de los que andan siempre enredados en alguna pelea y llegan a ser expulsados del colegio; su padre murió cuando él contaba 2 años y, a los 12, su madre lo mandó a vivir con sus abuelos porque no lograba controlarlo; tampoco lo lograros sus abuelos y pasó su adolescencia viajando en vagones de ferrocarril y ganándose la vida con trabajos de lo más variopinto, también como boxeador… Dicen que esa mirada suya como de medio lado no formaba parte de su encanto personal sino que fue fruto de un mal golpe en una pelea.
La década de los 40 marcó un giro esencial en su vida: se casó con la que sería la madre de dos de sus tres hijos y debutó como actor, primero en papeles pequeños, de rufián de poca monta, personajes propio de su carácter rebelde y enseguida obtuvo papeles más importantes, en 1945 fue nominado al Oscar por su papel en También eramos seres humanos del director William A. Wellman.
Pero ni tan siquiera el éxito alejó la polémica de la vida de Mitchum, tuvo una hija fuera del matrimonio y, aunque su mujer nunca se divorció de él, vio como el nombre de su marido sonaba siempre acompañado del escándalo, acabó en varias ocasiones ante los tribulanes por posesión de drogas y cuentan que vivió intensos romances con tres grandes divas de su tiempo (y de todos los tiempos, nos atrevemos a decir), Marilyn Monroe, Rita Hayworth y Ava Gardner.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver