Su verdadero nombre era Josephine Bausch y nació en la gris Soligen, ciudad alemana cercana a Dusseldorf conocida mundialmente por la fabricación de cuchillos, tijeras y navajas. Eran tiempos de sacrificios y carencias, pero a los cuatro o cinco años, alguien la llevó al ballet. Entonces supo que bailar sería su vida. Su gran suerte llegó cuando con quince años la Folkwang Schule se instaló en Essen, una ciudad a unos 30 kilómetros de su casa. En aquella escuela de danza entró a estudiar ballet con Kurt Joos, su director y uno de sus fundadores, la persona que más influencia ejerció en su carrera.
La Folkwang Schule era una escuela peculiar que combinaba ópera, teatro, música, escultura, pintura, fotografía, pantomima, artes gráficas. Ese contacto con todas las artes le abrió los ojos: durante toda su vida no concibió una danza divorciada del resto de las expresiones artísticas. En 1959 obtuvo una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico, que le permitió perfeccionarse durante tres años en la escuela Juillard de Nueva York. Nunca pensó en nada que no fuera bailar.
Después de integrar diversas compañías de danza estadounidenses, la joven bailarina regresa a Alemania en 1962 y con el recién fundado Folkwang Ballett, bajo la dirección de Jooss, es aclamada internacionalmente. Pero a fines de los años 60 sintió que le faltaba algo. Entonces empezó a escribir con su cuerpo. Escribía con sus brazos, con su vientre, con su espalda. Así nació Fragmento y su Ifigenia. Al poco, algunos compañeros quisieron integrarse en sus invenciones. No lo buscó, pero se encontró pasando de bailarina a coreógrafa.
En 1973 se puso a la cabeza del Tanztheater Wuppertal, compañía sinónimo de excelencia y desde la que se convirtió en la coreógrafa más significativa e influyente de la segunda mitad del siglo XX. A lo largo de su carrera, Pina desarrolló un lenguaje corporal propio y se convirtió en el principal referente de la danza contemporánea a nivel mundial. Pina Bausch, una mujer de aspecto sencillo, humilde, cálida, etérea aunque firme como roca, redefinió por completo el género, aunque para ella moverse no fue un acto intelectual, sino un acto espontáneo e intimo.
“Para mí, nuestra vida deber ser la gran exploración... Abrir los ojos para ver lo cotidiano de otra manera, mantener la ingenuidad de la mirada, para cuestionar lo banal, y descubrir secretos.”
“Hay cosas que sólo las podemos hacer cuando somos niños: chapotear en el agua, ensuciarnos, pintarnos, jugar. Es estupendo que se puedan hacer estas cosas, a lo grande, en el escenario.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver