Con el rostro más imponente del futbol y una penetrante mirada que no deja lugar a concesiones, Pierluigi Collina ha sido uno de los hombres que ha puesto en valor el ingrato trabajo del arbitraje. Como Nigel Owens en rugby, Collina es uno de esos árbitros que conoce todo el mundo, hasta aquellos a los que no les gusta el deporte. Pierluigi es el hijo único de una familia boloñesa, Elias y Luciana, funcionario y maestra de escuela. Durante su infancia fue seguidor de Bolonia, sin embargo no tuvo problemas para cambiar de colores cuando creció y decidió hacerse aficionado del Lazio. Pero por increíble que parezca, y a pesar de haber jugado al futbol como defensa central, su deporte favorito no es el fútbol, sino el baloncesto, siendo un auténtico tifossi del Fortitudo de Bolonia. Terminado el bachillerato estudió Económicas en la Universidad de Bolonia, donde se graduó en 1984, época en la que padeció una alopecia severa a la que debe su famosa calvicie.
Collina accedió a la internacionalidad arbitral después de pitar sólo 45 partidos en la serie A italiana. Desde entonces a pitado muchos y buenos, un espectáculo verle. En la final de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002, cuando subió hasta el palco para recoger su medalla, el público le ovacionó. Dice John Carlin que por primera vez un hombre de negro tenía su propia hinchada. También debemos recordar su imagen compasiva en la final de la Champions del 99, intentando que los jugadores del Bayern se levantaran del césped, hundidos tras recibir el segundo gol del Manchester United en los últimos minutos.
Se retiró oficialmente en 2005 y siguió con su profesión de asesor financiero. Además, quién mejor, es consejero del Comité Italiano de Árbitros, sigue siendo miembro del comité de árbitros de la UEFA y colabora con esta institución y con la FIFA, dando cursos de arbitraje.
“Si cuando te miras en un espejo piensas que eres el mejor del mundo no puedes mejorar. Si eres crítico contigo mismo y estás abierto a los cambios puedes hacerlo.”
“Nadie se imagina lo que sufre un árbitro cuando falla. Está solo. Los jugadores se derrumban sobre el campo, pero cuando un árbitro se equivoca, la decepción es tremenda.”
“El árbitro no es el rival de ninguno de los equipos, pero ha de conocer el máximo de información posible. Yo me estudio las tácticas de las selecciones y el estilo de los jugadores antes del partido.”
“Old Trafford me dejó dos momentos inolvidables en mi carrera. Primero, el gol de Raúl con el taconazo de Redondo, una de las jugadas más bonitas que he visto. Y después, el hat-trick de Ronaldo, el momento en el que el estadio del Manchester se puso en pie para aplaudirle.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver
