Nació en Ruan -Alta Normandía- el 12 de diciembre de 1821 para convertirse en uno de los novelistas más importantes que en el mundo han sido, no en vano fue el tercero -y no por ello el menos importante- de los grandes novelistas del realismo francés junto a Sthendal y Balzac.
Hijo de un médico, jamás se sintió tentado a seguir los pasos de su padre y su vocación literaria se hizo notar desde su infancia; era todavía un niño cuando redactaba íntegramente la revista Colibrí, unos textos contienen -aunque no tan explicitados y de forma desordenada, casi caótica- los grandes temas de la obra de Flaubert.
La literatura fue su vida y a ella se consagró, era meticuloso y perfeccionista, fiel a los preceptos del realismo hasta el más pequeño detalle; el objetivo de Flaubert no podía ser más complejo: buscaba la belleza y la emoción propias del lirismo romántico ciñéndose a la realidad de las cosas. Nadie duda hoy que alcazó su objetivo.
El estudio y los viajes que realizó le sirvieron como fuentes de inspiración e información -que en el realismo eran casi la misma cosa-, recorrió parte de Francia primero y se alejó después por un tiempo visitando Egipto, Turquía, Grecia e Italia.
Madame Bovary es quizá la obra por la que más se le reconoce pero su legado va más allá; apasionado por el arte, la palabra y el estilo y crítico con el ser humano y sus desmanes, no dejó nunca de buscar le mot juste -la palabra justa-; en sus obras nada queda al azar ni a la imaginación del lector porque Flaubert era realista de la primera a la última palabra de sus textos y todo quedaba explicado en ellos; usaba con maestría el sarcasmo para dar rienda suelta a su descontento con sus congéneres y, cuando después de la publicación de Madame Bovary se vio envuelvo en un sinfín de críticas y acusaciones por el trato que daba en esta novela al adulterio, abandonó en su obra la Francia de su tiempo y buscó otro marco real en el que contar sus historias, uno que había encontrado en sus viajes, el norte de África. De hecho volvió a viajar a África cuando trabajaba en Salambó para recabar más información manteniendo así su obra fiel al realismo del que es maestro.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver