Nació el 22 de marzo de 1923 en Estrasburgo para convertirse en el mejor mimo del mundo. Cabe que fuera el azote de la II Guerra Mundial lo que lo dejara sin palabras: Marcel Mangel era de familia judía, su padre fue detenido por la Gestapo y murió en Auschwitz mientras él mismo, junto a su hermano, se cambiaban el apellido Mangel por el de Marceau para ocultar su procedencia judía y se alistaban en la legión francesa desde la que salvaron numerosas vidas de niños judíos.
Fue por aquel entonces cuando Marcel Marceau perdió las palabras o, al menos, encontró otro modo de expresarse. Cuentan que fue al ver actuar a Charles Chaplin cuando comenzó a pensar en ese modo diferente de expresarse que hurtaba a las palabras su función y daba al cuerpo y su gestualidad una capacidad expresiva mayúscula.
Terminada la guerra e instalado en París, se matriculó en la academia de arte dramático iniciando así una soberbia carrera profesional cuyo protagonista fue BIP, un personaje inventado que, siempre con su viejo sombrero tocado con una flor y su jersey de rayas, daba movimiento e historia al sentido de la vida. Escenificó mucho más de lo que dijo y sus palabras, recordamos hoy algunas, eran sólo viva muestra y subtítulo de su genio.
“El silencio no existe... En el escenario habla mi alma, y ese respeto al silencio es capaz de tocar a la gente, más profundamente que cualquier palabra.”
“El mimo es teatro profundo responsabilizando al cuerpo y al movimiento a una máxima dificultad para hacer visible lo invisible. El mimodrama es gramática y lenguaje en el silencio de los mimos.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver