De origen judío sefardí, el filósofo francés Jacques Derrida nació en El Bihar, Argelia, el 15 de Julio de 1930 en una familia de clase media acomodada. Con tan sólo 12 años un hecho marcaría su pensamiento político y filosófico posterior hacia la responsabilidad absoluta, su expulsión del colegio por la represión de las ideas del gobierno de Vichy. Acabada la guerra, con 19 años se marcha a París. Allí se prepararía durante cuatro largos años en el Liceo Louis Le Grand para, en 1952, ingresar en la École Normale Supérieure de París. Allí sería alumno de Louis Althusser o Maurice de Gandillac. Posteriormente se marchó a Universidad de Harvard para completar sus estudios.
De vuelta en Argelia para hacer el servicio militar, conoce a Bourdieu. En 1959 vuelve a Francia, donde imparte clases en el Liceo de Le Mans hasta que en 1965 obtiene el cargo de Director de Estudios del departamento de Filosofía de la École Normale Supérieure, donde traba amistad con Canguilhem y Foucault. Un año antes había participado en un encuentro en Baltimore sobre las ciencias francesas junto a Lacan, Barthes, Hyppolite, Goldman o Poulet, cita que resultará decisiva para su reconocimiento internacional. En Baltimore conoce a de Man, que más tarde sería director del Departamento de Literatura Comparada de la Universidad de Yale y miembro de la Yale School of Deconstruction.
En 1967 se publican tres de las obras fundamentales de su pensamiento, De la gramatología, un análisis sistemático del origen del lenguaje en las obras de Saussure, Rousseau y Lévi-Strauss, La escritura y la diferencia, una recopilación de artículos escritos entre 1963 y 1967 en los que trata las obras de Foucault, Levinas, Husserl, Heidegger, Hegel, Bataille y Artaud, y La voz y el fenómeno, donde critica la obra de Husserl. Desde entonces, Derrida continuó sin descanso su labor investigadora en el campo de la filosofía política, publicando obras de gran reconocimiento e influencia como La diseminación y Márgenes de la filosofía en 1972, Glas en 1974, Dar el tiempo y Fuerza de ley en el 91, Espectros de Marx en el 93, Políticas de la amistad al año siguiente, Mal de Archivo en el 95 o Papel Máquina en 2001.
Su método de hacer filosofía podría considerarse literario al utilizar el análisis del lenguaje escrito como base para desentrañar significados ocultos que pueden coexistir en un texto. A dicho método literario lo llamó deconstrucción y al ser la base de toda su obra, es inevitable que Derrida y deconstrucción se encuentren ligados para siempre. Para Derrida, la filosofía no debería tener ningún tipo de límite. Debería poder ser ejercida por todo tipo de personas y ser autónoma respecto a la religión y la ciencia. La filosofía es indisociable de la democracia. El derecho a cuestionar, es necesario para la existencia de una auténtica democracia. Por eso, Derrida siempre se opuso pública y activamente a cualquier guerra, ya fuera la de Vietnam o la de Irak. También activamente participó en la fundación del Colegio Internacional de Filosofía, y desde la dirección de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales o desde la asociación asociación Jan Hus, participó en actividades en favor de la liberación de Nelson Mandela, y por la del periodista Mumia Abu Jamal, también en defensa de José Raihna, líder de los trabajadores rurales de Brasil, y en apoyo de los intelectuales disidentes de Checoslovaquia, acción esta última que le llevó a la cárcel en Praga después de impartir unos seminarios clandestinos de filosofía en 1981.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver
