Ezra Pound es uno de esos genios reconocidos por la humanidad aun a pesar de sí mismos. Nació en Illinois el 30 de octubre de 1885, fue un confeso fascista y defensor de Musolini hasta el punto de que acabó siendo procesado y condenado por traición en su país natal, Estados Unidos.
Estudió literatura en la Universidad de Pensilvania y ya entonces tuvo claro que su vida sería la poesía; en 1908 se trasladó a Londres y allí vivió hasta 1920 trabajando como corresponsal de algunas revistas y profundizando en sus estudios poéticos, fue de los primeros estudiosos en adentrarse intensamente en la poesía de Robert Frost.
En 1920 se trasladó a París, donde vivió cuatro años; se introdujo en los círculos literarios de la ciudad y continuó pagando sus gastos gracias a sus trabajos para revistas de poesía americanas, por aquel entonces, y desde la publicación de su libro de poesía Personae en 1909, era ya un destacado poeta.
En 1924 se marchó a Italia, en los años siguientes se declaró antisemita y no sólo simpatizó con Mussolini sino que lo defendió a través de una radio americana, eso le costó una acusación de traición de la que se libró por ser declarado incapacitado; fue ingresado en un sanatorio psiquiátrico en Washington en 1945.
Su trayectoria literaria y el valor concedido por la élite cultural de la época no solo a su trabajo sino a su apoyo e influencia sobre grandes escritores de su tiempo como TS Eliot o incluso el mismísimo Hemingway, lo salvó de la pena de muerte pero lo confinó durante 12 años en una institución mental. Claro que no es su truculenta vida la que lo ha hecho pasar a la historia sino el hecho de ser el primer poeta experimental en lengua inglesa, el primero en utilizar el verso libre en composiciones largas, el primero, en definitiva, en revolucionar el lenguaje poético en inglés. Fue además un defensor de la poesía clásica y tradujo al inglés tanto a los poetas griegos y romanos como a los pertenecientes a otras tradiciones como era Confucio.
En 1958 fue liberado tras casi 15 años en el sanatorio psiquiátrico y decidió regresar a Italia, donde pasó el resto de su vida. Se despidió del mundo en 1972 en la ciudad de Venecia.
Lo que fue y lo que pensó, incluso lo que hizo, queda para sí mismo y para la historia, en cambio lo que creó y lo que compuso es un legado cultural de valor incalculable.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver