Nació en Escocia el 3 de marzo de 1847 pero en 1882 se nacionalizó estadounidense y fue en ese país donde desarrolló la parte esencial de su trabajo como inventor. Mundialmente reconocido como inventor del teléfono, se da el caso de que no lo fue, aunque trabajó sobre la idea de la transmisión del habla y patentó el invento, éste había sido ya desarrollado por Antonio Meucci, y así se reconoce desde 2002.
Pero no fue Alexander Graham Bell un hombre de un único invento, hubo otros -además de las doce patentes que dejó a su muerte- como el audiómetro, que se utiliza para medir la agudeza de oído, la balanza de inducción -utilizada para localizar objetos metálicos en el cuerpo humano- o el primer cilindro de cera para grabar.
Alexander Graham Bell fue uno de los fundadores de National Geographic -sociedad que llegó a presidir- y fue también el fundador de la reputada revista Science. Y fue, además, un acérrimo defensor de la importancia de la constancia y el esfuerzo por encima de cualquier otra consideración para alcanzar el éxito, pero eso lo descubrimos de su propia boca a través de algunas célebres frases que dejó dichas y viene siempre muy al caso recordar.
“When one door closes, another opens; but we often look so long and so regretfully upon the closed door that we do not see the one which has opened for us.
”
Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero muchas veces miramos tanto tiempo y tan lamentablemente en la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto para nosotros.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver