Zalacaín (el aventurero) se va de caza (y de pesca).

Zalacaín acaba de presentar su carta de invierno, una propuesta gastronómica deliciosa en la que mandan los productos de temporada como las carnes de caza, también las setas y los platos de cuchara tan reconfortantes en los días de frío.

Platos como la libre a la royale con trufa y crema de manzana con vainilla o kabratxo asado relleno de setas y espárragos verdes, el carpaccio de pasta al jamón con setas, yema frita y maíz vaporoso y las alcachofas en tempura con angulas; rodaballo asado con cebolleta trufada y mejillón de roca, marmitako de langosta, pichón relleno de foie y nueces con salsa Perigord… ¿y de postre? suflé de naranja, fruta escarchada y licor cremoso de Grand Marnier o palet helado de turrón y pistacho con albaricoque.

Claro que estamos en el Zalacaín, un restaurante histórico que no puede renunciar a sus platos más icónicos ni tan siquiera cuando renueva carta: Bucaro Don Pío (consomé gelée, salmón ahumado, huevo de cordorniz y caviar), terrina de hígado de oca, teja crujiente, gel de albaricoque y crema de dátiles, Wellington de centro de solomillo, crema de granadas y salsa de cinco pimientas o callos de Jorge Losa entre otros.

¿Se te hace ya la boca agua? Imposible que no sea así… Recuerda que para degustar esta rica propuesta gastronómica no tienes más que visitar el Zalacaín, un restaurante histórico, todo un templo gastronómico que, tras un cierre obligado por la pandemia, abrió de nuevo sus cocinas en 2021 recuperando su esencia histórica y al mismo tiempo llevando su ilustre cocina a la vanguardia gastronómica.