Va de vino.

Primero llegó a la zona de Ópera, y transformó aquel local que durante años fue La Viuda Blanca y Negra. Un espacio versátil de grandes dimensiones en las que desarrollar varias inquietudes en torno al vino. Esto es, barra, restaurante y zonas de relax y tertulia. Hace tan sólo unos meses, el desembarco del espíritu Vadebaco llegó al barrio de Las Letras.

Sus mejores bazas: buen tapo y más de 100 referencias por copas. Sin olvidar, la coctelería que ‘caldean’ las tardes afteroffice. De la dirección se ocupa, un viejo conocido en la restauración madrileña, Víctor Díaz.

Croquetas de jamón, soldaditos de Pavía o tortilla de patatas, junto a nuevas propuestas como las costillas de cerdo con salsa de ostras o los huevos de corral con foie y trufa, son algunos de los bocados más significativos. Pinchos disponibles también en formato raciones, originales pizzas en versión española como la de gambas al ajillo o la de rabo de toro, y platos de temporada con un toque muy personal. ¿Quién no tiene apetito?

Para acompañar, bien en barra o en cómodas mesas, ofrece todos los vinos de su bodega por copas. Son de todas las denominaciones de origen españolas así como de las más importantes de Europa y América; algunas de ellas sólo disponibles en Vadebaco, como Infraganti, Naipes o La Venta del Loco. Los precios de los vinos oscilan entre los 2€ y los 7€.

En cuanto a la coctelería, a esta zona se accede desde el restaurante o desde la calle por el lateral del edificio y se estructura en dos plantas. La de abajo, la más canalla con la barra como punto de encuentro y la de arriba, más cálida con sillones de diseño tapizados en blanco y negro, que invitan a disfrutar de una copa en plan relax.  Son dos ambientes diferentes para disfrutar de su potente oferta coctelera con creaciones de propio cuño como Pícaro, a base de ron, brandy, zumo de limón y zumo de piña o Boston elaborado con licor de ponche, licor de melocotón, jarabe de saúco, zumo de lima y zumo de naranja.

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