Sushi do país.

Una mente despierta e inquieta, que entiende de la inmensidad del mundo e intenta descubrirla entera, no puede permitir que nada ni nadie le impida volar alto y dejar a la creatividad campar por sus respetos. La de Marcelo Tejedor es una mente de éstas y, llegado el momento en el que lo que guisaba en su cabeza a la vista del mundo y la vida parecía no entenderse con aquello que debía hacer para mantener su estrella michelín, la sacrificó por el bien de su creatividad, su futuro, el de su restaurante… y para la buena suerte de nuestros paladares.

2013 ha resultado ser el año de la reinvención, ese en el que Casa Marcelo cerró y abrió para hacerse a la vez un restaurante más cosmopolita y más de la ciudad que habita. Y es que si hay una ciudad que vive a la vista y visita de culturas varias esa es Santiago, el lugar al que llegan peregrinos de los lugares menos pensados desde hace tanto tiempo que parece que fuera desde siempre.

Santiago es una ciudad de acogida y abrigo, un rincón gallego en lo más profundo de su esencia, en el que suenan palabras en tantos idiomas como gentes se adentran en la Plaza del Obradoiro para levantar la vista al cielo siguiendo el dibujo de una catedral inmensa, para luego encaminar sus pasos, al son de la Berenguela si es la hora en punto, hacia el Apostol que da nombre a la ciudad y la catedral con el Pórtico de entrada más glorioso jamás visto.

Marcelo Tejedor reinventa su restaurante al calor de ese ser cosmopolita sin dejar de ser de la tierra y advierte que las raciones y platillos que ofrece actualmente en su restaurante van a crecer, cambiar y reinventarse porque no hay menú, hay platos ideales para compartir; algunos heredados de aquella casa Marcelo con estrella michelín, muchos de inspiración y sabor oriental y japonés, también recetas peruanas, mexicanas…

Sunomono de almejón, gilda de merluza de Celeiro, shao mae de conejo guisado, nigiri de mero o de merluza, cabracho en fritura, picante de atún, sushi do país… son algunas de las delicias que podrás llevarte a la boca en la nueva Casa Marcelo… ¿te las vas a perder?