SUMO sabor japonés.

Hay cocinas que nunca pasan de moda aunque lleven ya años pisando fuerte en nuestro país. La japonesa es una muestra de ello y los empresarios que deciden apostar por ella son cada vez mayores en número. Es el caso de SUMO, un restaurante japonés con un peculiar y divertido modo de elegir entre los más de 70 platos que componen su carta.

Esta forma de pedir la carta es exclusiva de Sumo Resturantes y como luchadores del deporte que da nombre a estos locales, se ha de seguir una serie de reglas infranqueables. El sistema funciona así: todos tienen que pedir menú o platos sueltos; si se elige menú, se podrá pedir hasta un máximo de 3 pedidos con un tope d 5 platos por pedido. Y si algún comensal pide de más y no se termina aquello que ha pedido, se le penalizará con 2€.

Entre esta amplia selección encontramos maki nigiri sushi, con platos que van desde sashimi de atún o salmón a maki de mostaza y miel, sushi de cangrejo, maki de tofu frito, salmón ahumado; temakis de salmón, atún, pez mantequilla o gambas; sopas; dim sum de varias clases como el Shao Mai (carne), Gyoza (pollo), Xiao Long Bao (carne) y Xia Jiao (gambas).; arroces, tallarines y tempuras.

Además, hay un apartado de platos especiales que no están incluidos ene el buffet pero bien merece la pena probarlos como el nigiri de toro, pato asado con creps, hamachi, tartar de anguila, carpaccio de dorada con salsa ponzu o vieira con salsa de marisco, entre otros. El menú buffet está disponible a partir de los 13,50€ a mediod día, de los 16,50€ por la noche y 18,50 en fin de semana. 2 apartados con platos especiales y postres que no están incluidos en el buffet

Con las nuevas aperturas en la zona de Azca y de Cuzco son ya 3 los locales que suman a su oferta gastronómica en la capital. Su característico diseño no deja indiferente a nadie. De él se ha encargado, una vez más, Ignacio García de Vinuesa, quien ha optado por imprimir la esencia japonesa de un modo vanguardista y moderno en el diseño actual. Así, encontramos espacios inundados de luz gracias a los inmensos ventanales o toques nipones en las figuras de los luchadores de sumo dibujadas en las vidrieras de colores.

Este es sin duda el lugar para los amantes del buen comer y de la cocina del país del sol naciente.