¡Qué alboroto!

Para Alboroto el que se está montando en el madrileño barrio de Salamanca con este nuevo restaurante del grupo Lalala.

¡Qué alboroto! Exclamamos para titular este artículo pero, tranquilos, no se trata de ningún escándalo ni de ningún político soltando improperios o mintiendo vilmente, el alboroto del que vamoa a hablar es un alboroto bueno, divertido y delicioso, es de hecho una Alboroto Experience… (que es el nombre del nuevo restaurante del Grupo gastronómico LaLaLa en Madrid, concretamente en el Barrio de Salamanca que anda, desde ahora, alborotado).

Está en la calle Juan Bravo y abre su cocina a las 12 de la mañana para no cerrarla hasta bien entrada la madrugada; sabe a pizzas de masa fina y crujiente al estilo romano y preparadas en horno de piedra, a hamburguesas de ternera a la parrilla con patatas especiadas y pan brioche (con y sin gluten), y a alitas de pollo que se sirven con una salsa tan deliciosa como adictiva (de ahí que se sirvan con babero y guantes).

Alboroto cuenta también con un espacio en su carta dedicado a quienes no quieren saber nada de las pizzas ni de las hamburguesas, se llama Market Plates y nos ofrece platos más ligeros o incluso saludables como las ensaladas (ensaladas ricas en sabor y ricas en proteínas porque incluyen ingredientes como el tataki de atún y el pollo a la parrilla o incluso al curry).

Llegado el momento del postre ya no hay idea saludable que se resista ¿o acaso no empiezas a leer a leer propuestas como estas: volcán de donut con chocolate blanco y helado de dulce de leche, bomba caliente de roffee y chocolate con dulce de leche y gotas de chocolate tricolor o calavera de haldo Happy Hipo con perlas crujientes de caramelo salado?.

Añade a todo esto una propuesta coctelera divertida e incluso un poco canalla (o alborotadora) con cócteles como ‘Mola un huevo’ o ‘Bloody Serum’ y entenderás por qué Alboroto es un restaurante que sienta tan bien a la hora de comer como a la de cenar, a la del afterwork y también a la del after dinner…



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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