Mourchevel no es un restaurante, es una experiencia gastronómica sin par (y es efímera).

Lo primero que debes saber de Mourchevel es que se trata de una experiencia gastronómica parisina y de montaña muy efímera, tanto que termina a mediados del próximo mes de febrero por lo que, si quieres vivirla, debes darte prisa en hacer tu reserva y organizar el viaje, estamos seguros de que merecerá la pena ¿por qué? a continuación te lo contamos.

Mouchevel está en la cima de Mont Valérien, a 162 metros de altitud, y nos ofrece toda una experiencia de restaurante de invierno y montaña fuera de lo común; su excepcionalidad comienza por su ubicación y continua por su diseño porque no se trata de un restaurante al uso sino de cabinas de teleférico decoradas especialmente para la ocasión.

¿Qué se degustan en tan excepcional ambiente? deliciosas fondue de queso, carnes frías, vino caliente y, para los niños, degustación de gofres, panqueques y chocolate caliente; se trata de una innovadora propuesta de cocina de montaña que se presenta en una carta con muchos huevos (literalmente) pensada para soportar el frío y dejarnos un buen sabor de boca.

Además desde Mourchevel, en Suresnes, disfrutarás de unas magníficas vistas de París, un skyline que se dibuja siempre alrededor del más emblemáticos de cuantos monumentos decoran la ciudad del amor, la Torre Eiffel.

¿Te parece esta experiencia una aventura inolvidable para un día de San Valentín cualquiera? es efímera y cierra sus cabinas y su cocina el 16 de febrero así que todavía estás a tiempo de vivirla…