Moments en el Paseo de Gracia.

Hay momentos en la vida en los que hay que tomar decisiones. Hay decisiones que implican arriesgar o seguir cómodamente viviendo. Viviendo con las tradiciones con las que hemos crecido o adaptar las innovaciones como forma de vida. Hay momentos en los que hay que dar rienda suelta a los hijos para que prueben, se equivoquen, se desesperen, disfruten y elijan. Y Raül Balam Ruscalleda, hijo de la chef española más internacional y premiada, Carmen Ruscalleda, ha elegido seguir los pasos de su madre.

Carmen Ruscalleda y Raül Balam dirigen Moments, el restaurante de 2 estrellas Michelin que se dispone en la planta baja del hotel Mandarin Oriental de Barcelona. Basada en los productos que la naturaleza ofrece, su cocina es plenamente catalana y esencialmente mediterránea, con pinceladas modernas e innovadoras.

La oferta culinaria es de lo más amplia y, si en lugar de comer a la carta se prefiere optar por un menú degustación (117€), este incluye una serie de micro aperitivos, un entrante (canelón de agua de mar, coca de cigalas, espardeñas o dorada), un plato principal (pluma de cerdo ibérico), queso y dos postres que, por cierto, si los pides a la carta, conviene hacerlo al principio ya que son muy elaborados.

Raül Balam Ruscalleda, hijo de Carmen Ruscalleda, ha elegido seguir los pasos de su madre.

En Moments piensan en todos. Por eso, con el objetivo de restaurar el equilibrio interior y ralentizar el proceso de envejecimiento, todos los mediodías el restaurante ofrece un menú antiedad, creado por Carme Ruscalleda y el Dr. Manuel Sánchez, responsable de la Unidad Antiaging de la Clínica Planas. Si quieres probar los sabores de temporada, con valores nutricionales óptimos para el organismo, tu elección es este menú. Único en la ciudad en ofrecer este peculiar menú, quien avisa… ya se sabe.

Hay momentos en el día en los que nos reunimos con los amigos para decidir a qué restaurante ir, dónde comer o qué hacer para cenar.  Prueba este mágico e íntimo lugar y recuerda esos Moments en la mejor compañía. Y si puedes, echa un vistazo a la cocina, gracias a una ventana se puede observar una parte de la cocina para ver qué se cuece entre fogones.