Madrid no tiene fronteras pero sí una Aduana. Restaurante en el Hotel Gran Meliá Fénix.

El Gran Meliá Fénix, en la plaza de Colón, ha estrenado un nuevo restaurante que llega después de la última remodelación del hotel, obra del Estudio de Arquitectura de Alvaro Sans; es el restaurante Aduana, que debe su nombre… a Colón.

El célebre navegante genovés que salió, subvencionado por la corono de Castilla, rumbo a las Indias para acabar descubriendo América, tiene las claves de este nuevo restaurante desde su nombre hasta su propuesta gastronómica: La Aduana de Palos de Moguer fue el punto de partida del viaje de Cristobal Colón a las Indias, un viaje que lo llevó a América y que nos trajo nuevos productos que se han incorporado a nuestra tradición gastronómica, entre ellos algunos sin los que no podemos imaginar la dieta mediterránea: el café, el cacao, las patatas, la piña, el tomate, el cacahuete…

Estando el Gran Meliá Fénix donde está, en la plaza de Colón, y siendo la propuesta gastronómica de su nuevo restaurante de cocina fusión americana y española, nos vamos a la Aduana de Palos de Moguer con el navegante Cristobal Colón y reservamos mesa para cenar en la Aduana.

Miguel Martín es el chef que se recrea en esta nueva propuesta gastronómica en un restaurante que cuenta con 22 plazas en su comedor y 18 en su terraza; las vistas desde esa terraza son de las más bellas de Madrid porque en ellas confluyen la plaza de Colón, el Paseo de Recoletos y la Biblioteca Nacional.

Ostras, caviar de Riofrío y txangurro a la donostiarra, jamón de pata negra, steak tartar trufado, solomillo de retinto con berenjena libanesa y muhammara de piquillos y pluma ibérica lacada y delicias de verbena son algunos de los deliciosos bocados con los que Miguel Martín quiere conquistarnos por la boca en un restaurante excepcional desde su ubicación hasta su interiorismo y sus platos.