La Trattoria SantArcangelo se renueva por fuera para seguir conquistándonos por dentro.

La Trattoria SantArcangelo es todo un clásico de la oferta gastronómica madrileña, un restaurante italiano que lleva 24 años sirviendo algunas de las mejores pizzas que se pueden degustar en Madrid y que, a las puertas de sus bodas de plata con la capital de España, ha renovado su sala y su terraza redecorando sus espacios para seguir, eso no cambia, conquistándonos por la boca con su magnífica oferta gastronómica.

No es la primera vez que la Trattoria SantArcangelo renueva sus espacios porque entienden, con razón, que hay que renovarse regularmente… o aburrir (que es el principio de morir); en esta ocasión han puesto su interiorismo en manos de Lorna Santos, quien se ha ocupado de dar un toque toscano, acogedor y moderno a esta estupenda trattoria italiana.

La Trattoria SantArcangelo organiza su espacio en tres salas, un vestíbulo de carácter informal protagonizado por una balaustrada de más de 60 años de antigüedad y una parra vegetal que invade este espacio del restaurante; el zaguán, de carácter más elegante que el vestíbulo, en el que destaca una bancada tapizada en licon con líneas rojas sobre la que reza un mensaje al que nos sumamos: la vita é bella (la vida es bella); el tercer espacio es el aposento, un salón muy acogedor en el que acomodarse para una comida o una cena discreta.

¿Y la terraza? bella y funcional, envuelta en vegetación, confortable con sillas de madera y cogines con ricos estampados vegetales y, para que ese confort dure todo el año, decorada con calefactores, alfombras y mantas.

La carta de la Tratorria SantArcangelo también se ha renovado pero se ha hecho en un absoluto respeto a la tradición italiana a la que suscribe este restaurante desde su inauguración 24 años atrás: Juan Carlos Delle Vedove es el responsable de los toques novedosos de esta carta que sigue estando protagonizada por deliciosas pizzas, pastas y arroces (platos todos ellos clásicos de la gastronomía italiana) y, además de sus correspondientes carnes o pescados, postres como el tiramisú, la tarta de limón o los profiteroles.