La Cesta de Recoletos, trío de ases.

Los franceses —para qué nos vamos a engañar—, que son expertos en eso del glamour, la exquisitez, la elegancia, el buen vino y la buena mesa, emplean un término precioso, bon vivant, para definir a esa clase de personas que cultivan con esmero el arte de vivir. Algo parecido a nuestros “vividores”, pero con un toque refinado… ¿Por qué os cuento todo esto? Porque en Madrid —que también sabemos un rato del asunto este de disfrutar de la vida— existe el lugar perfecto para el bon vivant del siglo XXI.

La Cesta de Recoletos se llama y, como bien dice su nombre, se encuentra en la calle Recoletos nº 10, en pleno centro cultural de la capital al lado de la Biblioteca Nacional y a pocos pasos de los grandes museos madrileños. Un espacio diferente y original donde podemos disfrutar de un tapeo informal, una cena o comida en sala o las primeras copas de la noche.

¿El secreto? Una carta delicada, sencilla y bien estructurada; una decoración informal, acogedora y moderna; y un equipo de lujo con Óscar Velasco en la cocina, David Robledo en la bodega y Abel Valverde en la sala. El trío de ases de lujo que, sin abandonar su Santceloni de siempre, dirigen desde finales de 2010 este nuevo proyecto gastronómico convirtiéndolo en uno de los puntos de encuentro más glamurosos y divertidos Madrid. Una apuesta por la cocina de mercado de calidad con propuestas exquisitas para compartir (tartar de ternera blanca y bouquet de lechuga, dados de rape o arroz cremoso de gambas rojas son algunas de sus especialidades), una carta de vinos muy interesante y una magnífica selección de destilados para el afterwork.

Y es que La Cesta de Recoletos no es un bar, ni un gastrobar, pero tampoco es un restaurante. ¿Entonces? Es todo ello y algo más. Tres espacios diferentes de estética vintage y varias alturas se integran a la perfección en un local moderno y desenfadado gracias a la magia de Pascua Ortega. La zona de bar situada al fondo y sobre segundo nivel nos ofrece una espectacular panorámica de todo el local (incluyendo la cocina acristalada), para divertirse desde lo alto —asegura Valverde—.

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El horario: de 13:00 a 16:30 horas y de 20:30 a 24:00 horas; media hora más los fines de semana.
Abierto todos los días, excepto la noche de los domingos.