Gastronomía de temporada en el Balcón de Guipúzcoa.

En Loff.it siempre hablamos de lo bello y de lo útil, pero también de los sentidos y de la buena vida. Un nuevo proyecto acaba de nacer con la vocación de reunir todo ello en forma de restaurante estacional, el Bailara Restaurant. Las ideas detrás de Bailara no son ajenas, son las de Iban y Lorena, las mismas mentes que han convertido el hotel Iriarte Jauregia miembro de Rusticae en uno de los lugares más emblemáticos de la hotelería guipuzcoana.

El concepto de Bailara es el de convertirse en referente gastronómico en una tierra de gastronomía por excelencia. Cada temporada traerá consigo un tipo de restaurante, un tipo de carta que aprovecha al máximo los ingredientes locales y los sabores de una tradición milenaria. Por eso, su equipo es el encargado de traer las mejores materias primas de la zona. Los verás deambulando por el mercado de Tolosa cada sábado, seleccionando las mejores alubias o el queso Idiazábal. Con la unión de todos ellos, el resultado tiene que ser una combinación de máxima calidad, originalidad y técnica. Además, todos los platos se cocinan al momento, una distinción no tan frecuente en el panorama actual y que añade espectacularidad a cada bocado.

¿Qué manos dirigen los fogones? El chef es Enrique Fleischmann, un reputado director de cocina que ha aprendido de nombres consagrados como Iñaki Aguirre, Karlos Arquiñano, Juan Mari Arzak o Paul Bocuse. De hecho, fue durante siete años segundo de abordo en la cocina de Pedro Subijana en el restaurante Akelarre. Puede que también los reconozcas por sus apariciones en recetarios y programas de televisión, pero donde se le conoce verdaderamente es a través de sus platos. El resto de su equipo está formado por jóvenes talentos culinarios como Jaime G. Puche, Gabriel Rodríguez o Ana Martín.

Por eso, este 2013 no sólo es el año de la apertura de Bailara, es también el momento para ser de los primeros en disfrutarlo y podrás decir aquello de: “yo estuve allí”. Raviolis rellenos de verduras de temporada asadas a la parrilla y esencia de hinojo, Bacalao «frito» con espinacas y crema de patata negra, Taco de buey a la brasa con ensalada de semillas y trufa, Cinco hojas de chocolate con frambuesa y helado de cacao amargo… Sí, yo estuve allí.