El otoño se degusta y cata en la azotea madrileña de Doñaluz.

Llegó el otoño y con él las temperaturas más frescas, los atardeceres más nostálgicos y el deseo de degustar bocados más sabrosos y elaborados dejando atrás las refrescantes ensaladas del verano; en Doñaluz lo saben y por eso han adaptado su carta a la nueva estación y lo han hecho, además, asegurándose de que, gracias a un perfecto aislamiento, su terraza se adapta a las nuevas temperaturas y las nuevas inclemencias del tiempo propio de la época otoñal.

En la terraza de Doñaluz disfrutarás, para empezar, de unas magníficas vistas de la Real Casa de Correos y del reloj de la Puerta del Sol y lo harás sin temer que al otoño le de por llover o por helarte de frío porque esta terraza cuenta con un techo corredizo y con 21 puntos de calor colocados estratégicamente de modo el confort de los clientes está siempre asegurado; una vez acomodado en la terraza llega el momento de seguir disfrutando, esta vez por la boca: patatas criollas con bacon, cheddar fundido, cebolla caramelizada y pico de gallo; pollo tomatero macerado a la brasa con patatas asadas; chuletón de ternera a la brasa con pimientos del piquillo; chorizos criollos a la brasa con chimichurri tropical o croquetas de cecina con mayonesa de cilantro o de rabo de toro.

¿Se te hace ya la boca agua? Eso es porque el cuerpo te pide un afterwork o una cena en Doñaluz.