Dolce Esmarris.

Jaume Balada, chef de Esmarris, da una vuelta a su carta para vestirla de primavera y verano mediterraneos.

Dolce Hotels & Resorts, veinticinco hoteles pensados para los grandes eventos, reuniones, congresos y convenciones profesionales. Y de todos ellos uno con un toque especial y distintivo porque está en España y porque mantiene la filosofía Dolce, hoteles para reuniones, pero abre también sus puertas al turismo vacacional de alto nivel.

En Sitges, junto al mediterráneo y su calidez veraniega… spa, baño de vapor, jacuzzi, fitness center, ocho salas de tratamiento, piscina interior climatizada, cuatro piscinas exteriores, treinta y ocho salas de reuniones, un anfiteatro, cuatro bares con sus terrazas, tres restaurantes… y de entre los tres: Esmarris.

Jaume Balada, chef de Esmarris, da una vuelta a su siempre sugerente carta para vestirla de primavera y verano mediterraneos, llenándola de productos del tiempo y de la tierra delicada y curiosamente preparados. Platos de los que emanan apetecibles aromas con un toque de tomillo, romero en flor… y que sorprenden y deleitan desde su aspecto en el que cobra protagonismo el color de los alimentos frescos y naturales, el verde de las habas tiernas, los guisantes y los espáragos trigueros en delicioso contraste con el rojo de los tomates de Montserrat y las fresas del Maresme.

Tan ineludible el jamón ibérico en los entrantes como las ensaladas en verano, de queso de cabra con trufa de verano o brotes de espinacas frescas; del mar la vieira con chipirones a la plancha y el pescado de la lonja de Vilanova al horno, entremezclado también con la tierra en sugerencias como el salmonete de roca con tomate marinado y manitas de cerdo crujientes; no descuidan los gustos más exóticos, de más allá de nuestra cocina mediterranea, de ahí el cordero con espuma de maíz, endivias en costra de brioche y especias marroquíes.

Los postres, esos de los que intentamos privarnos para compensar los excesos del festín que los precede pero que resultan en Esmarris un pecado inevitable: una sugerencia absolutamente mediterranea, la sopa de horchata de chufa con bizcocho de fartons, helado de cereza, y otra que no puede faltar en ninguna carta de postres, el chocolate: roca helada de chocolate y cacao con pistacho en texturas y moras.

Y tras un festín así, en un lugar como Dolce y como Sitges… el regreso a la vida diaria de hogar y trabajo lo haremos, al menos, con los sentidos satisfechos y felices.

Dolce Sitges



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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